La conciliación entra en campaña
La baja por maternidad remunerada se ha colado en la campaña de las elecciones presidenciales estadounidenses por el reclamo de dos mujeres que perdieron a sus bebés tras dejarlos en la guardería al poco de nacer. Piden una ley federal que regule la baja pagada, algo que Hillary Clinton se ha comprometido a aprobar.
Estados Unidos es el país más avanzado el mundo en muchos aspectos, pero en materia de derechos sociales tienen aún mucho trabajo por hacer. La baja por maternidad o enfermedad ha logrado hacerse un hueco en la campaña electoral de las elecciones presidenciales de 2016. Ha ocurrido a raíz de la demanda de dos mujeres cuyos bebés murieron en la guardería, donde tuvieron que dejarlos a los pocos días de nacer por la obligación de volver a sus puestos de trabajo.
La legislación vigente en el país sólo reconoce el derecho a descansar durante 12 semanas y conservar el puesto de trabajo, pero únicamente si la empresa tiene más de 50 empleados, y aun así no recibirá ningún salario por parte del Estado. El Acta federal de baja Médica y Familiar de 1993 (FMLA por sus siglas en inglés) permite a los empleados cogerse esta baja no remunerada por nacimiento de un hijo, adopción, cuidados del recién nacido o de otros miembros de la familia por enfermedad grave o enfermedad propia del empleado que inhabilite para el trabajo. Las únicas excepciones son el Estado de California, que fue pionero en 2002, y Nueva Jersey, que sí otorgan permisos retribuidos tanto a padres como a madres.
Ante esta situación, las madres trabajadoras en Estados Unidos se ven abocadas a recurrir a diferentes bajas y periodos vacacionales para cuidar de sus recién nacidos. O, como en el caso de las dos madres que han impulsado la petición para situar en la agenda política esta cuestión, dejar a su bebé en una guardería a los pocos días de nacer por no poder permitirse no cobrar su sueldo durante más tiempo. Por eso reclaman un compromiso para aprobar una ley federal.
Los candidatos a la Casa Blanca finalmente han incluido en su programa electoral sendas propuestas para facilitar la conciliación laboral y familiar. La demócrata Hillary Clinton se compromete a asegurar hasta 12 semanas de baja maternal y baja médica pagadas para cuidar de un bebé o un familiar enfermo o para recuperarse de una enfermedad propia. Clinton aseguraba en la convención demócrata celebrada en julio en Filadelfia que ayudará a conciliar y dijo que “si luchar por un cuidado de los niños asequible y una baja familiar pagada es jugar la carta de la mujer, que me culpen".
Por su parte, el candidato republicano, Donald Trump, lo máximo que ofrece es una rebaja de impuestos para los padres que pagan por el cuidado de sus hijos. Su plan, ha explicado, es ayudar a reducir el coste del cuidado de los hijos permitiendo a los padres deducirse estos gastos de sus impuestos.
Unos primeros pasos para que Estados Unidos deje de ser, junto a Nueva Guinea, el único país del mundo sin una ley nacional de baja maternal remunerada.
Lucía Riera
Periodista especializada en información internacional y de derechos humanos. Ha trabajado seis años...