Un pacto anticorrupción fallido

Madrid

Ciudadanos tiene que decidir de una vez cuál es su papel en la política española. Albert Rivera no puede pretender que su ideario está enraizado en la lucha contra la corrupción y al mismo tiempo declararse satisfecho con la maniobra de Rita Barberá de dimitir como militante del Partido Popular y mantener por el contrario su escaño como senadora.

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Las declaraciones del vicesecretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, afirmando que dan por cumplido el pacto anticorrupción son asombrosas. Que la señora Barberá sea militante o no del PP no es el tema y nunca lo ha sido. El tema es que la señora Barberá no debe desempeñar un cargo de representación política dado que se encuentra investigada por el Tribunal Supremo, por un delito de blanqueo de dinero y porque prácticamente todos sus colaboradores en el ayuntamiento de Valencia, del que fue alcaldesa durante más de veinte años, están también encausados en delitos de corrupción.

El señor Villegas atribuyó a su partido un éxito rotundo, pero ese tipo de declaraciones sólo sirven para desconcertar a sus votantes. ¿Albert Rivera está contento de que Rita Barberá siga en el Senado?, si un día se encuentra con un caso parecido en sus filas, ¿se conformará con pedirle el carné de militante a su propio senador?

En cuanto a la maniobra del PP, solo queda preguntarse qué hará si termina por haber terceras elecciones, ¿devolver la militancia y un puesto en sus listas a la señora Barberá?, parece muy posible.