Los años obscuros

Madrid

Puede parecer una obviedad –y de hecho lo es- pero una de las diferencias entre dictadura y democracia es que los reflejos cívicos –incluida la creación cultural- son más veloces si hay libertad.

Cuarenta años de dictadura nos tuvieron a pan y agua de muchas cosas, incluida la propina de estar después bastante tiempo huérfanos de relatos. Incluso hoy tocar según qué cosas de la Guerra Civil o del franquismo sigue siendo aún material sensible, cuando no directamente tabú. En una democracia, en cambio, por muchas imperfecciones y muchos problemas que tenga, no hay que esperar tanto tiempo y todo es más fluido.

Esta semana, por ejemplo, llega al cine uno de los episodios más vergonzosos que vivió este país en su historia reciente: la fuga de Luis Roldán, entonces director general de la Guardia Civil,….y la chapuza posterior de su detención. Han pasado apenas veinte años pero ya tenemos una película –muy recomendable, por cierto, ‘El hombre de las mil caras’- donde a través de una figura tan turbia como la de Francisco Paesa se retratan los años obscuros con el PSOE en el Gobierno; los años de Roldán, Paesa, Rubio, los GAL, Filesa….

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Parecía difícil acumular tal cantidad de escándalos y despropósitos, pero está visto que el español es el único patriota que tropieza dos veces en la misma piedra. Y así vivimos ahora otra época obscura, con en el PP atrincherado en el Gobierno y perforado por la corrupción. Aunque esta vez no ha habido que esperar tanto; ya hemos visto a Bárcenas en el teatro y en el cine, ya una serie de televisión como ‘Crematorio’ anticipó los efectos de la burbuja –y la orgía- inmobiliaria. Pero yo aguardo todavía la gran película de estos años de ahora….también años de plomo. Y si se la ofrecen al mismo director, a Alberto Rodríguez, que esté tranquilo por el reparto porque se pueden presentar al casting de corruptos casi más figurantes que en ‘Juego de tronos’.