Dolor sin adjetivos

Madrid

Un joven político ha utilizado estos días el dolor para decir que hay que politizarlo. La metáfora, dijo él mismo, es dura. Y tanto que sí. El dolor es el dolor es el dolor, no se le puede poner adjetivos cuando es profundo y verdadero, cuando no se utiliza políticamente para reclamar atención o votos, cuando no es simulado ni cuando es el dolor que se siente por una pérdida, por una enfermedad, porque la vida va en serio, como escribía el poeta Jaime Gil de Biedma. Politizar el dolor es una desfachatez, porque el dolor es lo más hondo, lo más trágico y lo más verdadero que nos pasa alguna vez a todos.