Abdsalam Haj Taher, el joven que huyó de las torturas del Estado Islámico

Madrid

Abdsalam Haj Taher tiene 17 años, es sirio y, pese a su corta edad, ha conocido el horror en primera persona. Hace un año que ha llegado a nuestro país y hoy, en las jornadas de puertas abiertas del Tribunal Supremo, relata la historia que le condujo a Europa.

Frente a los jueces que resuelven asuntos de asilo y leen miles de expedientes de refugiados que quieren escapar del control de los fanáticos para poder vivir en paz, Abdsalam, contará cómo el Estado Islámico le torturaban a él y a los otros 12 chicos con los que convivía.

Nervioso y con miedo el joven explica que no era demasiado consciente de la guerra cuando está empezó en 2011 pero que "lo entendí cuando mataron a mi mejor amigo". Guerra, secuestros y miedo, mucho miedo es lo que viven miles de jóvenes como Abdsalam en su país desde el inicio del conflicto.

Con la voz entrecortada y con un español recién aprendido relata la historia de un secuestro que duró 4 meses. "Tenía que ir a Alepo a hacer un examen importante, al ir no me dijeron nada pero a la vuelta me cogieron", explica entre lágrimas el joven que asegura "era un buen estudiante y ahora sigo siéndolo".

"Estuve en la cárcel de torturas mucho tiempo y sin saber nada de mi familia", relata recordando esos días en los que tanto él como sus "compañeros" en este secuestro vivían bajo el control directo del Estado Islámico.

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121 días bajo el control del grupo terrorista que hoy, años después del inicio de la guerra, sigue llevándose por delante millones de vidas en Siria y en todo el mundo. Abdsalam fue valiente y como él mismo reconoce entre risas "un poco listo". "Hice una reunión con mis compañeros y les dije 'yo me voy', tenía que hacerlo por mi familia", explica.

Su plan de huida fue muy meditado "no sabía cuándo ni cómo, pero pensaba: si me quedo estoy esperando a morir y si me cogían me mataban". Finalmente, y acompañado de todos sus compañeros, consiguió liberarse de ese colegio que hacía las veces de cárcel de los terroristas.

Una moneda, esa fue la salvación de Abdsalam. Una moneda que usó para llamar a su madre y decirle que estaba bien. "Cuando la llamé no sabía quién era", recuerda. La felicidad fue momentánea porque como él mismo relata "estaba en una ciudad donde no conocía a nadie" algo que le ponía en peligro constante "tenía miedo de que me volvieran a coger en la calle y esta vez ya no pudiera volver a escapar", sentencia.

Tras su secuestro viajó a la frontera con Turquía donde vivían, y aun lo hacen, sus padres. Su estancia fue corta, tan solo 8 meses, pero él recuerda que "me parecían años". Miedo, siempre el miedo, "me aterraba pensar que si salía a la calle me podían matar, pero me asustaba más que matasen a mi familia" explica.

Pocas eran las esperanzas para Abdsalam hasta que un día decidió que su vida tenía que volver a empezar y sería en Europa. Un viaje interminable hasta Grecia junto con su sobrino, su hermana y su cuñado no frenó al joven que, tras un camino en el que ha recorrido hasta 10 países, se convertía en el primer refugiado menor de edad que llegó a España en la primera remesa de acogidos.

Cuando le preguntan cómo le ha tratado nuestro país asegura estar "muy agradecido" sin embargo, relata como sus compañeros, residentes en Alemania, lo tienen más fácil. "En Alemania les tratan mejor, tienen muchas ayudas, incluso, para traer a sus familias", afirma con tono de tristeza. Un tono que se vuelve constante al hablar de sus padres.

Hoy mismo, y según ha sabido la SER, el Gobierno le ha concedido  a Abdsalam Haj Taher el Estatuto de Proteccion Subsidiaria, que es la protección que esta otorgando a todos los refugiados sirios que solicitan en España el asilo.