Hombres buenos

Madrid

Quedan, aproximadamente, unas 24 horas para la celebración del polémico Comité Federal del PSOE, convocado para el sábado y no parece que se hayan levantado muchas voces pidiendo la mediación de algunos "hombres (o mujeres) buenos", capaces de rebajar la tensión y de recordar a todos qué dice el estatuto del partido respecto a situaciones como ésta.

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No suele ser buena cosa salir de embrollos como el actual saltándose las normas ya establecidas de funcionamiento democrático de una organización y alguien, esos hombres o mujeres buenos socialistas, deberían dejarlo bien claro a todos los contendientes.

El discurso de la presidenta del PSOE andaluz, Susana Díaz, no cumplió esa función porque ella forma parte de la batalla, más aun es la cabeza visible de quienes quieren que Pedro Sánchez abandone inmediatamente la secretaria general. Su discurso, sin embargo, fue interesante. Mucho más que el de su compañero Antonio Pradas, que se lió con unas exótica comparación entre quienes quieren consultar a los militantes socialistas y quienes defienden nada menos que el derecho a decidir en Cataluña.

Díaz fue mucho más sensata. Habló de la necesidad de coser heridas, aunque es evidente que no incluía las de Sánchez, a quien vino a calificar de "temerario" y "aventurero". La presidenta andaluza dijo algunas cosas muy ciertas: entre ellas, que el partido socialista necesita hacer una análisis de lo que le viene ocurriendo desde hace ya bastantes años, es decir necesita comprender por qué hay tantos ex votantes socialistas que ya no confían en ese partido.

El problema es que ese debate exige pasar por unas primarias y un congreso. Y, tal y como están las cosas, no queda más remedio que decidir si el grupo parlamentario se rompe y favorece la elección de Rajoy, o no. Y de eso, Díaz no dijo nada.