"El PSOE tiene que elegir entre la lista más votada o elecciones"

Madrid

Javier Fernández, el presidente de la Comisión Gestora al frente, actualmente, del PSOE, ha reducido las opciones de su partido a dos: “la lista más votada o elecciones, el PSOE tiene que plantearse cuál de esas opciones es menos mala para España y para el PSOE”. En su opinión, el PSOE no puede pactar con los independentistas y tampoco es posible un gobierno socialista apoyado por Podemos y Ciudadanos porque “no están de acuerdo ni Podemos ni Ciudadanos”, lo que sitúa a su partido ante la elección de abstenerse o volver a las urnas. El presidente asturiano no ha querido desvelar su postura, pero ha señalado que “hay una cosa peor que un gobierno en minoría de Rajoy, que es un gobierno en mayoría de Rajoy”.

Para Fernández, se ha evitado hablar de la abstención por temor a la reacción de la militancia. “Ha habido una especie de espiral del silencio porque las bases del partido, lo que están viendo, la corrupción oceánica del PP, genera una natural repugnancia a permitir por omisión que gobierne la lista más votada”, ha explicado Fernández, que ha insistido en que la decisión final del PSOE, su postura ante la gobernabilidad de España, “se va a tomar en el Comité Federal”.

En cuanto a la crisis que atraviesa su partido, Javier Fernández ha deseado que “sirva para que todos nos demos cuenta de que habíamos llevado la tensión a extremos insoportables”y ha reconocido que “nadie es culpable en exclusiva de una situación como la que hemos vivido”, que ha vuelto a calificar de “bochornosa”.  El presidente de la Comisión gestora que actualmente dirige el PSOE ha asegurado que llamó este lunes a Pedro Sánchez "pero comunicaba", y ha insistido en que son los militantes los que mandan en su partido. "Yo no y Susana tampoco", ha respondido en este sentido, aunque ha aclarado que como presidente de la Gestora "el responsable soy yo, por no decir el que manda, que eso queda muy mal".

En su opinión, “pacificar el PSOE es algo que no se puede hacer a corto plazo, pero sí rebajar tensiones”, y ha señalado que el desafío al que se enfrenta el Partido Socialista va más allá de su división interna. “Tenemos que mejorar nuestra manera de tomar decisiones, nuestro modelo de partido hay que cambiarlo. La irrupción de Podemos afecta al partido, se ha podemizado en gran medida el partido. Queremos responder en la forma en que responde una formación nueva que no tiene la cultura del Partido Socialista. Nosotros somos otra cosa. No tenemos que parecernos a nadie que no sea a nosotros mismos”.