"Tenemos cuatro hijos con 1.600 euros al mes"

Madrid

Elena define con naturalidad su situación económica: "Es como la de muchas familias. Muy ajustada: primero es la comida, después los recibos, las actividades extraescolares y poco más". Reconoce lo que muchos imaginan, que la economía de una familia numerosa es "de guerra".

Si su presupuesto era ajustado, ahora lo es más porque se quedó en paro y ya vive sin ayudas: "Ya no percibiré la prestación de los 416 euros". Su marido es funcionario, ingresa unos 1.600 euros y sus pagas extras "son un tesoro, que se van acumulando para hacer frente a un imprevisto". Elena matiza enseguida: "o los imprevistos previstos, como el seguro del coche o los impuestos municipales".

Es inevitable preguntar por los esfuerzos que tiene que hacer, pero ella corrige. No los ve como sacrificios, porque "lo primero es la familia", aunque reconoce que su elección le lleva a establecer unas prioridades. En último lugar está el ocio, pero tampoco lo echan en falta: "En familia vivimos todo lo que necesitamos, para nosotros el ocio es secundario y todo lo secundario si se cubre, bien, y si no se puede, no pasa absolutamente nada". A su favor, unos hijos que "han mamado desde la cuna" un estilo de vida en el que los viajes pueden limitarse a "uno al año y si se puede". La ropa se la prestan amigos, y caprichos, ninguno: "Nuestros hijos no tienen unas zapatillas para cada actividad, y cuando se rompen se compran otras".

Sus cuatro hijos han estudiado en la escuela pública y el mayor ya está en la universidad, aunque se ha quedado sin beca por no cumplir con el requisito de la nota.

Como muchas otras familias numerosas, Elena no se siente cómoda con el cliché que asocia a quienes tienen más de dos hijos con una renta alta. Para ella, la idea de que un hijo es para quien se lo pueda pagar es un razonamiento que permite que España no se tome en serio las políticas de natalidad. Y concluye: "solamente hay parches".