El caso Piqué como síntoma

Madrid

El caso Piqué como síntoma. La renuncia de Gerard Piqué a seguir jugando con la selección después del Mundial tras otra polémica absurda. El caso Piqué como síntoma de la sociedad en la que nos hemos convertido. ¿En qué momento dejamos de hablar de fútbol? Ya hace mucho que hemos dejado de hacerlo, en los medios se mantienen dignas excepciones en peligro de extinción, pero el resto es tan voraz que amenaza con acabar con ellas.

Gerard Piqué que, literalmente, se ha partido la cara con la camiseta de España no puede ir a las manifestaciones de la Diada de Catalunya. En política no se puede opinar sobre nada porque enseguida hay quien cava una trinchera para meterte

Y si cambiamos de ámbito, ¿en qué momento dejamos de hablar de política? Pues igual. En este país se ha estrechado hasta lo indecible el espacio del debate, de la confrontación de ideas, del respeto por el que piensa diferente o el respeto al pensamiento y al sentir individual.

Gerard Piqué que, literalmente, se ha partido la cara con la camiseta de España no puede ir a las manifestaciones de la Diada de Catalunya. En política no se puede opinar sobre nada porque enseguida hay quien cava una trinchera para meterte. En los debates plurales se critica, cuando no se insulta a la voz que no opina lo que opina el espectador o el oyente. No se quiere escuchar, bueno no se escucha, y se emiten juicios sin tener ni la información ni los datos.

Este es el retrato de lo que somos y las redes sociales solo tienen una parte de la responsabilidad de lo que nos hemos convertido, el resto la tienen personas de carne y hueso, que o bien desde el anonimato y a través de esas redes, o desde tribunas con cabeceras y nombres que todos conocemos se han dado de baja de una de las principales virtudes del ser humano, escuchar y discrepar desde el respeto y la igualdad.

El caso Piqué como síntoma de lo enfermos que estamos.