Si estás de resaca, no tomes café

Madrid

Esta semana se la dedicamos a un auténtico producto estrella: el café. Esta bebida, que se obtiene de las semillas tostadas de las plantas del café, procede de África tropical y Asia, y llegó a nuestro continente alrededor del año 1600. Los datos arqueológicos no permiten confirmar que se conociera el café antes del siglo XV, quizás por lo complicado de su elaboración y lo poco atractivas que resultan las semillas del cafeto a simple vista.

La producción del café engloba varios procesos: la recolección del fruto, la eliminación de su cáscara, la separación de los granos, su clasificación, almacenamiento y, por último, el tostado. Además, en la mayoría de ocasiones se muele antes de la venta.

Para conocer los tipos de café, sus posibilidades y diferentes maneras de tomarlo, nos hemos acercado a Cafés Pozo, una de las tiendas cafeteras con más tradición de Madrid. Allí, Víctor (director comercial) nos ha descubierto lo que hay detrás de una (¿simple?) taza de café.

Composición y beneficios

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El café es rico en potasio, magnesio, manganeso y cromo; y contiene lignanos, polisacáridos prebióticos, vitaminas y tocoferoles. ¿En qué propiedades se traduce esta composición? Pues, principalmente, en su poder estimulante (gracias a la cafeína) y una mejora del rendimiento físico y mental. Además, tiene propiedades antioxidantes.

¿Café tostado o café verde?

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La cantidad de cafeína entre uno y otro es prácticamente la misma. Lo que sí los diferencia es tanto la proteína como la grasa, que aumenta entre un 2 y un 2,5% al tostar el grano. Ocurre lo contrario con el porcentaje de oligosacáridos y polisacáridos, que disminuyen en el café tostado hasta, incluso, desaparecer.

¿Es bueno el café para la resaca?

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Aunque nos hace sentir bien por un momento (al tratarse de un estimulante), la realidad es que la cafeína puede agravar la deshidratación producida por una excesiva ingesta de alcohol. Es por esto que, durante la resaca, lo mejor es evitar tanto el café como todo tipo de bebidas con cafeína. Por otro lado, es erróneo pensar que el café evitará el sueño y ayudará a provocar el vómito, expulsando así el alcohol del cuerpo. Cuando uno nota que está bajo los efectos del alcohol es porque éste ya está en nuestra sangre, y por mucho café que se tome sólo conseguiremos prolongar la embriaguez y aumentar el malestar general.