¿Por qué el PP no quiere recoger las armas de ETA?

Madrid

Nuestro inefable ministro del Interior en funciones, Jorge Fernández- Díaz, siempre tan atento con las vírgenes, tuvo ayer el detalle de celebrar la Fiesta Nacional, y por tanto el día de la patrona de la Guardia Civil, la Virgen del Pilar, informándonos de que precisamente en fecha tan señalada, alabada sea la Pilarica y su manto, se había desmantelado un gran arsenal de armas que ETA tenía preparado para escenificar su entrega a las autoridades.

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Y ahí viene lo gracioso: ¿a quién quería la banda terrorista, amortizada desde que hace cinco años comunicó su abandono de la lucha armada, entregar esas pistolas, fusiles y otros artefactos similares?, se da la enorme paradoja de que hay por ahí una banda terrorista cargada de material de alto riesgo que nadie, ni franceses ni españoles, quiere hacerse cargo de él.

De no ser tan grave y de estar hablando de una organización que ha causado más de ochocientos muertos, la cosa daría para un sainete. Pero es verdad que no conviene frivolizar, porque ahí afuera –y aquí dentro, no nos engañemos- hay otros terroristas, o simples delincuentes, que no harían ascos a estas máquinas de matar, por muy antiguas o en desuso que puedan estar, que siempre es posible un arreglo de algún experto.

Déjese ya el PP de cálculos políticos y ponga fin, de una vez, a este sindiós.