El demonio y la hiperactividad

Madrid

Nuestras enfermedades mentales padecen un retraso médico respecto a cualquier otra dolencia. La dificultad para conocer el funcionamiento del cerebro ha generado en prácticamente todas las culturas del planeta a un protagonista: el poseído.

La respuesta mágica a la enfermedad, el exorcismo, no parece ceder terreno si observamos que la cantidad de estrenos con este asunto en la última década, supera a las dos anteriores. La naturalidad con la que exorcismos y exorcistas se muestran queda reflejada en el inicio del audio.

El corresponsal en Roma, Joan Solés, visita el centro donde se realizan regularmente los cursos para exorcistas y habla con la directora del documental premiado en Venecia que se proyecta estos días en Italia: Libérame.

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Hace ya más de quince años que un equipo del hospital San Carlos de Madrid, publicó la experiencia de atender a una enferma diagnosticada de esquizofrenia, cuyos familiares optaron por el exorcismo. El psiquiatra Kazuiro Tajima era por entonces el miembro más joven de aquel equipo. Nos acompaña también para hablarnos de los avances en los últimos años, de las aplicaciones para móviles que diseña para ayudar con el déficit de atención e hiperactividad infantil (http://www.tdahtrainer.com/), así como el trastorno bipolar, y el entrenamiento de especialistas en nuestras mentes (www.academiapir.com).

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En los cimientos legales y teológicos de la Iglesia el fenómeno continúa bien arraigado. El Nuevo catecismo católico. En vigor desde 1992, es preciso: “El exorcismo está dirigido a la expulsión de los demonios o a la liberación de una posesión demoniaca a través de la autoridad espiritual que Cristo confió a su Iglesia”. Para muchos creyentes el tema es incómodo, pero la existencia de ocho exorcistas en la capital de España, 300 en Italia, o la media diaria de diez exorcismos en México, evidencian el poder de la sugestión y el adoctrinamiento que permite la ignorancia sobre el órgano que nos ha convertido en la especie que se califica a si misma como "sapiens".