¿Se enfrentan los sindicatos a una pérdida de influencia?

Madrid

La semana pasada Juan José Millás invitó a su sección a Ana María Dobaño, Secretaria General de la Federación Española de Gobernantas de Hotel, para denunciar la precariedad laboral de las empleadas de hotel fruto de la externalización de sus servicios. Fruto de su diálogo, Millás sostenía que los sindicatos no respaldan a este sector, a lo que cientos de oyentes iniciaron una polémica en las redes sociales. Esta semana, los sindicatos UGT y CC. OO. han sido los invitados para arrojar un poco de luz a este choque de posiciones.

Según Millás se está dejando ver una pérdida de influencia de los sindicatos porque "el trabajador no se siente apoyado por los sindicatos". También sostenía que se están incluso apartando del panorama mediático, donde no se les da presencia. El periodista se defendía de las acusaciones de estar en contra de las agrupaciones sindicales: "Yo me lamento de la pérdida de influencia de los sindicatos", comentaba Millás frente a las reacciones.

Josefa García Lupiañez, camarera de piso y delegada de CC. OO. en un hotel no daba crédito a lo que Juan José Millás decía la semana pasada: "No fue tanto el dolor de sus palabras, sino que dijeran que yo no existía y que no existía lo que yo he hecho durante tantos años". Sin embargo, sí admitía que han perdido representatividad en los últimos años.

Santos Nogales, representante del sector comercial y es hostelero en UGT, no comprende ni comparte las palabras de Millás: "No estamos desaparecidos, hemos estado muy activos durante años", comentaba sobre 'las Kellys'. Pero reconocía que en los últimos años, los sindicatos han estado "demonizados" para eliminarlos. "Hemos llegado hasta donde hemos podido porque hemos tenido en contra a todos", protestaba. Y denunciaba que han tenido una difícil actuación porque: "Nos han quitado las herramientas para defender a los trabajadores", comentaba.

El problema con las camareras de piso, decía, es que la reforma laboral ha dado prevalencia a los convenios de empresas, en vez de al convenio sectorial, por lo que las camareras han pasado a manos de empresas multiservicios que han provocado su precariedad. 

Por otra parte, las críticas en las redes sociales hacia los sindicatos apuntan a que se han aburguesado, se han dejado comprar y han permitido la aprobación de la última reforma laboral. Josefa se defendía diciendo que "el sindicato está perdiendo fuerza porque son los trabajadores los que se tienen que incorporar a los sindicatos para defenderse", y negaba que se tratase de "un ente malvado" como algunos los definían.

Millás concluía recalcando que tienen que preguntarse por qué han perdido fuerza para dar un mejor amparo a los trabajdores.