75 tironcitos de orejas para el “Orejas”

Madrid

“Yo vi a un ave hablar y hasta recitar y sé que agujas con ojos hay; pero nunca vi ni espero ver a un elefante volar”. Así cantaban los cuervos en uno de los números musicales de la película. Eso, claro está, fue antes de que conociéramos a Dumbo, el elefante más famoso de la historia del cine. Walt Disney se encargó de convencernos no solo de que los elefantes podían volar, sino de que también eran capaces de enternecer e ilusionar a niños y mayores.

“Dumbo” es probablemente la película con menos pretensiones de los estudios Disney, quizá por eso sea también una de las más encantadoras. Después del enorme trabajo que supuso “Fantasía”, la anterior película del estudio, Walt Disney decidió volver a la sencillez de sus primeros años. La película dura solo 64 minutos, es una de las más cortas de la compañía. También fue muy barata, costó tres veces menos que “Pinocho” o “Bambi” y se produjo en el tiempo récord de un año.

“Dumbo” es un poco la historia del patito feo. Debido a sus enormes orejas sus compañeros de especie le desprecian, los niños se ríen de él y elefantito sufre humillación tras humillación en el circo. Pero gracias a la ayuda de un ratón que se convierte en su amigo y protector, Dumbo aprenderá que ser diferente no es malo y puede además tener sus ventajas. La película está llena de toques mágicos y secuencias inolvidables. Entre ellas destaca sobre todo la escena de la nana que se ha convertido en una de las más recordadas y tiernas de las películas Disney.

En la versión original la canción la cantaba Betty Noyes, la misma cantante que dobló a Debbie Reynolds en “Cantando bajo la lluvia”. Vladimir Tytla, para muchos el mejor animador que nunca tuvo Disney, se encargó de dar vida al elefantito y copió sus expresiones de su hijo de dos años. Por cierto, “Dumbo” es la única película de Disney cuyo protagonista no habla. También es una de las pocas películas de animación del estudio sin un malvado definido. Hay eso sí, algunos personajes desagradables, como las elefantas o el jefe de pista, pero no hay un villano propiamente dicho. Otra curiosidad de la película es que cuando se estrenó existía la idea de que la exposición del público a largos periodos de colores brillantes afectaba a la vista. Por eso Disney alternó las secuencias más coloridas con otras de un tono más oscuro para darle al público tiempo a recuperarse.

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La película tuvo un gran éxito comercial que hizo olvidar el fracaso en taquilla de “Fantasía”. Ganó el Oscar a la mejor banda sonora y en 1981 se convertiría en la primera película Disney en ser lanzada en cinta de video. Posteriormente se reeditaría cinco veces más y nunca ha salido de catálogo por lo que es la película Disney que más tiempo ha permanecido a disposición del público. Por eso nunca es mala idea verla de nuevo. Así podréis decir lo que cantaban de nuevo los cuervos al final de la película.

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