Cuestión de disciplina razonable

Madrid

El Comité Federal del PSOE decidió finalmente, como estaba previsto, que el grupo parlamentario se abstenga en la próxima sesión de investidura de Mariano Rajoy y que dé paso a un nuevo gobierno del Partido Popular. El resultado de la votación deja vivas muchas dudas sobre la forma en que esa abstención va a plantearse en la realidad.

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Los socialistas catalanes decidirán su posición el próximo martes, pero, según lo que adelantó Miquel Iceta, es muy probable que mantengan su no y que algunos otros diputados, no solo una independiente como Margarita Robles, sino también algunos miembros del Partido Socialista, opten asimismo por el enfrentamiento. La gran duda es qué hará Pedro Sánchez, a quien se hace difícil imaginar presente en esa votación y absteniéndose.

Los actuales responsables del PSOE tienen que calibrar muy bien su respuesta disciplinaria para no profundizar en la fractura ya existente. La opción del “no” perdió la votación en el Comité Federal, pero reunió 96 votos, que no son pocos. Los actuales responsables del PSOE saben que tienen que evitar un congreso temprano por encima de todo y empezar una batalla sin cuartel a estas alturas parecería demasiado arriesgado.

Convertir a Sánchez en un cadáver político, como ansían, exige tiempo, por ejemplo, frenar el Congreso hasta el otoño del 2017 y en tantos meses la política es perfectamente capaz de llevarse también por delante a otros cadáveres, los de algunos personajes socialistas que probablemente también están acabados en el plano político, aunque no lo sepan.