¿Dónde han visto ustedes el cambio?

Madrid

¡Qué desesperanza! ¡Qué tristeza! ¡Qué desolación! Oír desgranar a Mariano Rajoy sus mismas frases de siempre es una tortura que no nos merecemos más de la mitad de los ciudadanos que acudimos a votar el 26 de junio.

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Los medios a la orden y los partidos comparsas, como el del pimpollo Rivera, les dirán que han notado unos grandes cambios en la intervención del presidente del Gobierno en funciones, hoy, con todos los hierros el domingo próximo. Destacarán, ya lo están haciendo, su nuevo talante y sus ofrecimientos de pactos. Lo de la mano tendida, que dicen sus hagiógrafos.

No se crean nada y hagan el favor de transitar por donde lo ha hecho este Ojo, que ha seguido el camino de escuchar, y luego leer, tan histórica intervención. Les dejo dos perlas, dos. Escuchen la primera: "Esta es la propuesta que vengo haciendo, dijo Rajoy, de manera ininterrumpida desde el pasado mes de diciembre, no he cambiado de opinión". Y ahora, la segunda: "El gran objetivo del empleo depende de perseverar en la política económica que nos ha permitido un cambio de rumbo y no dar marcha atrás en aquellas reformas". O sea, que más de lo mismo, como era de esperar.

¿Los socialistas, preguntan ustedes? Ahí andan, que si Pedro Sánchez dirá no o dirá sí. Poco importa: el PSOE dejará gobernar a Rajoy. Punto.