El 'borgen' islandés
Los partidos conservadores aguantan el empuje del Partido Pirata pese al hundimiento de la formación del antiguo primer ministro que dimitió por el escándalo de los Papeles de Panamá. Las alianzas con los partidos minoritarios determinarán la composición del nuevo Gobierno.
El líder del Partido Independiente, Bjarni Benediktsson, vota en la localidad de Gardabaer. / BIRGIR THOR HARDARSON (EFE)
Madrid
El conservador Partido de la Independencia ganó las elecciones legislativas celebradas el sábado en Islandia con el 30% de los votos. Aunque tendrá que depender de una nueva fuerza política para alcanzar la mayoría absoluta.
El Movimiento de Izquierda Verde ha sido segundo, con el 17,1% de los apoyos y su cabeza de cartel, la exministra de Educación rojiverde, Katrín Jakóbsdótir, podría ser la futura primera ministra por los acuerdos alcanzados la víspera de los comicios con varios partidos de la izquierda. Entre ellos, el Partido Pirata, fundado por activistas de Internet, que se sitúa en la tercera posición, con el 13,4% de los votos y nueve diputados. Un resultado que está por debajo de la expectativas creadas por los sondeos, pero que otrorga a la coalición de izquierdas la posibilidad de gobernar al obtener el 43% de los votos y 29 de los 63 diputados del Parlamento. Tres más que la coalición de centro-derecha.
La líder del Partido Pirata, la poetisa Birgitta Jonsdottir, ha insistido durante la campaña en que quieren cambiar el sistema para que sea más funcional y más humano para la gente. Han prometido limpiar el país de corrupción.
Este giro político tiene lugar como consecuencia de la erosión sufrida por la clase política tradicional a raíz de la aparición del Primer Ministro Sigmundur Davíd Gunnlaugsson en los papeles de Panamá, lo que le obligó a dimitir y convocar elecciones anticipadas. El partido progresista no se ha recuperado de este duro golpe y ha sido el gran perdedor al quedar relegado al quinto puesto.
