"Dijimos que éramos reporteros y acto seguido nos recogieron los pasaportes"

Barcelona

La corresponsal de TVE en Colombia, Nuria Ramos, que viajaba a Venezuela para cubrir el comienzo, esta semana, del diálogo entre el Gobierno de Nicolás Maduro y la oposición, ha sido retenida en el aeropuerto de Caracas , por el personal de seguridad, y le han prohibido la entrada al país. Según ha explicado la periodista, en una entrevista en Hoy por hoy con Macarena Berlín, lo único que les han explicado es que les han denegado el permiso por falta de documentación. Llevan más de 12 horas en el aeropuerto.

Según explica Ramos, ella y el cámara que le acompaña, llegaron en torno a las 6 de la tarde y cuando se disponían a pasar el control de pasaporte les preguntaron a qué venían. "Dijimos que éramos reporteros y acto seguido nos recogieron los pasaportes". Tras 45 minutos esperando, una persona de la línea área en la que viajaban desde Colombia les comunicó que les habían denegado la entrada "nos comunicaron que nos iban a pasar a una sala en la que estaríamos con una persona de seguridad, desde entonces estamos esperando, va para 12 horas y pico".

La corresponsal de TVE no sabe exactamente por qué les han denegado la entrada. La única explicación que les han dado es que les falta una visa de trabajo, algo que, según explica, no habían necesitado en las anteriores visitas que habían realizado al país en los últimos meses. "Siempre es a través de segundos o terceros, directamente no te hablan mucho. No hay una explicación lógica en tanto en cuanto no nos había pasado". Junto a ellos se encuentra otro periodista, este de Estados Unidos, al que tampoco se le ha permitido el acceso.

Nuria y su cámara se encuentran a la espera de coger un vuelo de vuelta a Bogotá donde se encuentra la corresponsalía de la cadena pública y aseguran que se encuentran bien. "Estamos tranquilos, en una sala normal, con un señor de seguridad. Tiene de incomodo que cuando vas al cuarto de baño espera en la puerta a la que salgas. Está pendiente de nosotros pero sin ningún tipo de agobio". Al mismo tiempo les han advertido que hay cámaras de seguridad, para que no salgan del aeropuerto,  y han podido comer algo. "Nos han permitido cambiar 20 dólares para comprar un bocadillo" explica.