Trump: el día después

Madrid

El politólogo y miembro de Politikon, Roger Senserrich, ha explicado desde Conneticut que la reacción del equipo de Hillary Clinton a la victoria de Trump “tiene mucho de ceremonia,” y que su supuesta disposición a colaborar va a quedar en entredicho en el momento en el que comience el mandato del nuevo presidente. “Han estado utilizando como uno de sus principales argumentos que ellos son distintos, que son patriotas, que con su colaboración el país va a funcionar. Pero una vez empiece el mandato de Trump y los republicanos necesiten votos demócratas, si pueden dejar a Trump en la estacada sin duda lo harán”, ha señalado Senserrich. Para el politólogo, la polarización de la sociedad norteamericana va a continuar porque ambos partidos desconfían de las intenciones del otro lado, por el clima de opinión de las bases tanto de los Demócratas como de los Republicanos. “El nivel de hostilidad de las bases no deja mucho margen de maniobra a los políticos, que se expondrían a que les hicieran unas primarias con un candidato más radical”, ha explicado Roger Senserrich.

Moisés Martín Carretero, miembro de Economistas Frente a la Crisis, considera que la “vocación aislacionista” del presidente electo de Estados Unidos “limitará la apertura al comercio internacional”. “Vamos a ver un país que no se va a comprometer en grandes retos, como la estabilidad financiera mundial o el cambio climático”. En clave interna, reconoce Martín Carretero, Trump intentará “acabar con la independencia de la Reserva Federal para utilizarla como una herramienta más de su política económica”. Considera también este economista que las bolsas han amortiguado su caída porque “una parte muy importante de la incertidumbre ya estaba descontada”. “Se preveía, al contrario que el brexit”. Y añade por último: “Las empresas más relacionadas con las medidas que quiere poner en marcha, como las constructoras o el sector del armamento, han subido en bolsa”.

Lluis Bassets, director adjunto del diario El País, ha advertido del riesgo que suponen “el carácter errático e imprevisible y la indefinición de Trump”. En su opinión, uno de los movimientos que podría hacer próximamente el nuevo presidente de los EE.UU. es el reconocimiento de la soberanía rusa sobre Crimea. “Sería un antecedente muy grave que la primera superpotencia reconociera un cambio de fronteras que se produjo por una invasión, por la violencia”, ha explicado Bassets, que piensa que “el problema es que el personaje tiene en muy poca estima las reglas del juego, el esfuerzo por crear un orden internacional justo le importa muy poco, y puede tomar decisiones que produzcan auténticos daños”. En cuanto a las consecuencias que su presidencia puede tener, a corto o medio plazo, para Europa, el periodista ha pronosticado un impacto casi asegurado sobre la Defensa. “No vamos a tener más remedio que plantearnos qué queremos hacer con la seguridad de Europa, que la hemos tenido subarrendada a EE.UU.”. Bassets se ha confesado preocupado, además, por la posibilidad real de que Trump “moldee el Tribunal Supremo en un sentido muy conservador”, algo que, en su opinión, “puede cambiar el país para los próximos 20 o 30 años”.