Combatir la desigualdad subiendo los salarios

Madrid

Aproximadamente el 20 por ciento de los trabajadores españoles cobra en torno a 655 euros al mes, que es el Salario Mínimo Interprofesional. Ese 20 por ciento de hoy representa aproximadamente siete puntos más que en el 2008. Son unos tres millones y medio de personas. Tres millones y medio que tienen un trabajo por el que cobran un poco más o un poco menos de 655 euros al mes, y en ese menos cabe todo.

Son datos inciertos porque las fuentes son variadas y es difícil que nadie facilite una cifra exacta. Algún día habrá que detenerse en por qué podemos mandar una sonda a Marte y no saber con exactitud cuántos españoles cobran el Salario Mínimo. Salario Mínimo que, si se compara con los ingresos medios, coloca a España con la República Checa a la cola de Europa.

Hubo un tiempo en que el Salario Mínimo para una jornada completa de trabajo era una referencia para casi todo, también para la negociación colectiva. Hoy la negociación colectiva está desapareciendo como derecho, y tener un empleo a jornada completa es un deseo casi inalcanzable para los millones que tienen un empleo temporal, un empleo a tiempo parcial, varios mini empleos por horas. Son autónomos o falsos autónomos o becarios falsos o verdaderos.

Pero el Salario Mínimo Interprofesional sigue siendo la medida de lo que un gobierno o un Parlamento considera el mínimo a cambio de una jornada completa de trabajo. Hoy el Congreso de los Diputados celebra su primer pleno con un gobierno al que pedir cuentas. Y entre los muchos asuntos importantes que van a tratar no figuran ninguna de las iniciativas que tanto el PSOE como Podemos o el Partido Demócrata Catalán han presentado para subir el salario de referencia. Mala suerte. Combatir la desigualdad con medidas paliativas es importante, pero lo que es imprescindible es no generar nuevos pobres y la herramienta más inmediata es que los que tengan un salario puedan llegar a fin de mes con dignidad.

Ayer se reunió una preocupadísima Bruselas por la llegada de Donald Trump y el avance de los populismos en Europa. No nos consta que para combatirlos se haya planteado que desde la capital comunitaria y desde los consejos europeos de los gobiernos lleguen mensajes que no hablen solo de devaluación salarial, de reformas laborales que condenan a seis millones de españoles a cobrar menos de 655 euros al mes o que a base de recortes se desmantele la protección social.

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Ya no lo decimos sólo nostálgicos de los derechos perdidos. Lo dicen organismos tan poco sospechosos de ir contra el sistema como el BCE, el FMI, la OCDE, o fundaciones de estudio que financian bancos y empresas del Ibex en España.

Hace unos días le decía a una compañera de ‘Hoy por Hoy’ lo poco que hablamos de los salarios en los medios. Y ella me contestó: “Hablaremos poco en los medios, pero en nuestras casas no se habla casi de otra cosa”.