¿Por qué no está la pobreza energética entre sus prioridades?

Barcelona

Una mujer octogenaria que vivía sola murió en Reus por un incendio provocado por las velas con las que se iluminaba al tener cortada la luz. Ella nunca hubiese imaginado que su muerte serviría para romper la barrera de la invisibilidad y llevar a los portadas de los medios la pobreza energética. Uno de tantos dramas que se vive en la frontera de la exclusión social. Durante su largo mandato el gobierno Rajoy no sólo no ha hecho absolutamente nada para afrontar un problema de supervivencia que afecta a muchos hogares, sino que ha bloqueado iniciativas de la oposición y ha frenado a las comunidades autónomas. El superávit de la tarifa eléctrica está ahí: 1500 millones. ¿Puede explicar el gobierno por qué no está la pobreza energética entre sus prioridades?

Breve diálogo que da cuenta de tres modos de entender el capitalismo. Dice un veterano directivo empresarial: antes el cargo más alto podía llegar a cobrar 30 veces más que el conserje, que ya era mucho, hoy su salario puede llegar a ser 300 veces mayor. Replica otro: pero lo importante no es lo que cobren el directivo y el conserje, es que el conserje pueda llegar a directivo. Remata un tercero: No, lo importante es que el conserje, por deseo o por capacidad, pueda ser siempre conserje con un salario que la garantice una vida digna.

El boomerang antiObama, así llama la socióloga francesa Marie Cecile Naves al nuevo presidente electo de Estados Unidos. Naves es la autora del libro “Trump, la onda de choque populista”. En un artículo reciente se fija en la imagen del discurso de la victoria de Trump: el nuevo presidente con cara de sorpresa y estupefacción; al lado, el vicepresidente Mike Pence con una gran sonrisa. Conclusión: Trump va a tener que gobernar con este establishment que tanto ha estigmatizado pero que hoy se frota las manos ante la perspectiva de pasar página a la América de Obama. Dicho a mi modo: Trump no es ningún antisistema es el plan B del sistema.