Podemos se equivoca

Madrid

En su gesto de ayer con Rita Barberá, como la semana pasada con la monarquía, Podemos se equivoca. A la espera de que un día pueda ser modificada, Podemos está aceptando de facto la Constitución vigente. Sin embargo, despliega descortesías y pellizquitos de rebeldía ante el Rey, que es por el momento el jefe del Estado. Podemos se ausenta del hemiciclo para no guardar un minuto de silencio por Rita Barberá, a la que declara culpable antes de que ningún juez lo haya hecho. Cosas que, ya entiendo, pueden ser opinables.

Lo que yo discuto a Podemos es su desenfoque de fondo, porque Podemos gusta de mostrarse intencionadamente irrespetuoso con las formas, atuendos, etcétera, para pregonar su intransigencia con lo que considera símbolos de lo establecido. Y Podemos se equivoca porque, aunque le cueste aceptarlo, Podemos ya forma parte de lo establecido. Podemos ya forma parte del sistema, ya es sistema, ya está institucionalizado. Su esfuerzo por aparentar otra cosa, por querer estar dentro y ser al mismo tiempo un outsider, es una ingenuidad y no hace sino debilitar la imagen de madurez que necesita transmitir un partido que tiene aspiraciones. Podemos podría llegar muy lejos, cinco millones de personas hoy mismo ya lo desean, pero no aumentará su número jugando al enfant terrible aunque su núcleo duro le aclame. Los votantes la he llevado al Parlamento para luchar para cambiar leyes, no para coleccionar gestos.