Todos menos uno

Madrid

En los próximos meses nuestros principales partidos – bueno, todos menos uno - van a tener que abordar enfrentamientos de mucho desgaste. Ciudadanos va a celebrar Congreso Extraordinario el 26 de enero y ya está alborotándose el gallinero. 400 críticos denuncian falta de transparencia y falta de democracia interna. Albert Rivera ya no se va a pasear, se avecina lío.

En el PSOE aún no hay fecha para su Congreso, pero Pedro Sánchez y Susana Díaz ya están en marcha. Dicen que a Sánchez se le va a agotar pronto la gasolina y que Susana Díaz llena más sus depósitos cada día. Es posible, pero lo importante es conocer la magnitud de la sangría si hay guerra fratricida dos, y puede haberla porque Sánchez es duro de pelar.

Podemos celebra también su Congreso Estatal, Vistalegre II, antes de que acabe 2017, y ahí la disputa es estratégica. Iglesias dice que va a por la clase obrera y popular, no a por la clase media. Sorprendente punto de vista para quien dice que quiere ganar, porque se puede estar a favor del ferrocarril y en contra del avión pero eso no tiene sentido si se quiere ir a Nueva York. Ignorar la realidad demográfica y sociológica es como ignorar el mar. Iglesias y Errejón terminarán enfrentándose en serio.

Todos tienen, pues, su dolor de cabeza menos el PP. Su Congreso del 10 de febrero sin primarias promete ser un alegre jubileo. Los populares siempre saben lo que a los demás se les embarulla: dónde están sus votantes y qué les interesa. Y no acostumbran a distraerse con democracias.