'Vientres de alquiler', argumentos a favor y en contra

Madrid

Una pareja y una mujer han sido detenidos hoy en Andalucía acusados de participar en un caso de maternidad subrogada. En España, y en la gran mayoría de países del mundo, la gestación subrogada no es legal. Así que las parejas que pueden permitírselo económicamente tienen que ir a otros países y, al volver, inscribir a su hijo en el registro civil, lo que no siempre es sencillo.

El ministerio de Justicia permite la inscripción desde el año 2010 si los padres aportan una resolución judicial que determine la filiación dictada en el país de nacimiento, siempre y cuando el país las emita y esa sentencia cumpla una serie de garantías. Se calcula que unas 800 parejas españolas recurren cada año a la gestación subrogada.

Esta práctica no está exenta de polémica. Hay quienes consideran que es un negocio puro y duro, que convierte a la mujer en una mercancía y que no debe regularse. Maria Luisa Balaguer, es catedrática de Derecho Constitucional de la Universidad de Málaga y ha sido una de las firmantes de la campañá No somos vasijas, iniciada por filósofas y constitucionalistas españolas, que denuncia la cosificación de las mujeres.

Frente a esta postura se encuentra la de aquellos que opinan que debería regularse para que las mujeres que lo deseen ofrezcan su útero para gestar el embrión de una pareja que no puede tener hijos por medios naturles, siempre y cuando no reciban compensación económica por ello. Es el caso de Antonio Vila-Coro, padre de dos bebés por gestación subrogada y vicepresidente de la asociación Son nuestros hijos. "Nosotros defendemos la gestación subrogada pero condenamos cualquier tipo de comercio con cuerpos y con personas", ha aseverado.

Conflicto de derechos

La mayoría de las parejas españolas que recurren a este método para ser padres viajan a Estados Unidos, porque, pese a tener un elevado coste, es un país donde existe una buena regulación de esta práctica. "En España tenemos un marco constitucional y de Derecho Europeo que tiene radicalmente prohibido los vientres de alquiler", ha precisado Balaguer.

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Vila-Coro, en este sentido, ha indicado que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha reprendido a Francia e Italia "por no reconocer la filiación derivada de la gestación subrogada". Ha recordado también que  el propio Tribunal Supremo "ha reconocido en tres sentencias el derecho a disfrutar de la baja de maternidad de las familias que han recurrido a este proceso".

La catedrática cuenta que el grupo feminista al que pertenece entiende que "las mujeres tienen derechos fundamentales como, por ejemplo, el derecho a su propia sexualidad" y defiende "un marco apropiado de derechos reproductivos que no perjudiquen la salud de la mujer".

Vila-Coro, por su parte, ha asegurado que "un procedimiento de gestación subrogada si está perfectamente regulado cumple toda una serie de estándares éticos". Esa es, concretamente, la reivindicación de su asociación: "Necesitamos una legislación para que las familias que no pueden permitirse ir a Estados Unidos puedan recurrir a ella en España".