Follar sin dar explicaciones

Madrid

Me gusta mezclar gente. Me gusta juntar a mis amigos de siempre con perfectos desconocidos provocando que puedan llamarse la atención y que se descubran mutuamente. Me divierte que en mis fiestas esos dos se miren con descaro tratando de encontrarse más tarde en el pasillo. Me chifla que en mis cenas, alguien se cambie de sitio por compartir algo más que el espacio vital que cada uno ocupa en su silla. Me relame mandar mails a quien menos se lo espera convocándolos a una cita en la que casi seguro, puede que terminen con una inmensa sonrisa en la cara, y quién sabe, en qué cama hasta entonces desconocida.

La endogamia no se me ha dado nunca demasiado bien. Puedo contar con los dedos de una mano a los que de verdad considero mis amigos. A partir de ellos paso por diferentes matices hasta la más absoluta de las indiferencias. Los hay con quien puedo alternar, los hay con quien puedo divertirme y los hay a los que simplemente saludo con la mejor de mis sonrisas y el mayor de los respetos.

Si puedo propiciar que todos ellos se descubran, lo hago.

Será porque yo soy muy de ir a esas citas de un mail en el que nos citaron con nuestras direcciones en oculto. Encontré a mis mejores amantes donde menos lo esperaba. Y follé sin dar explicaciones a quien no tenía por qué darlas..

A cazar se va sola. Solo así te quedas con las mejores piezas.

Y no saben lo poco que necesito hacer muescas en el revólver pero cuánto agradezco clavar las uñas en espaldas ajenas