¿Por qué los niños japoneses están en los primeros puestos del 'Informe PISA'?
La profesora Kayoko Takagi, residente en España, nos da las claves del sistema educativo nipón
Madrid
Singapur encabeza el estudio Pisa 2015 de la OCDE, publicado este martes, que evalúa el rendimiento en Ciencias, Matemáticas y comprensión de lectura de más de medio millón de alumnos. Le sigue de cerca Japón, un país que casi siempre ha encabezado los primeros puestos del ranking de las pruebas. Para conocer a qué se debe el éxito del sistema educativo nipón hemos contado con Kayoko Takagi, profesora nipona de Lengua y Literatura de Japón y miembro del Centro de Estudios de Asia Oriental de la Universidad Autónoma de Madrid, que lleva veinte años en España.
Entrevista a Kayoko Takagi, profesora de Lengua y Literatura de Japón: "El ritmo de estudio allí siempre ha sido muy fuerte.
11:32
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/1481049314_797924/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>
"El ritmo de estudio en Japón siempre ha sido muy fuerte", ha reconocido Takagi, que ha relatado que en los años 80 y 90 la competitividad de los niños disminuyó un poco progresivamente, pero que a partir del 2008 empezó a recuperarse.
Más información
En Japón, ha asegurado la profesora, los maestros mandan tareas para casa, aunque las mínimas, y son los padres los que consideran que no son suficientes:"Intentan que hagan más, por eso muchos niños van por la tarde a clases particulares y estudian la materia que no se les da del todo bien. Lo más destacado de la educación japonesa es que van a academias después del colegio".
Respecto a los alumnos con necesidades educativas especiales, Takagi ha reconocido que no hay un modelo de atención especializada, pero sí que "la educación está hecha a medida de cada provincia, porque depende mucho de cada provincia". Además, ha asegurado, la profesión de maestro está muy reconocida socialmente, aunque reciben una retribución inferior a la que deberían percibir por la carga de trabajo que tienen.