Palabra de Carlo, el líder tranquilo

Múnich

'Liderazgo tranquilo', el nuevo libro de Carlo Ancelotti, es una obra fundamental para entender el Real Madrid de los últimos años. Hablamos de un Madrid dividido tras el paso de José Mourinho que encontró en el técnico de Reggiolo al líder que necesitaba. Y eso que Ancelotti no se pone medallas y focaliza su éxito en la fortaleza del grupo, con jugadores bandera como Cristiano Ronaldo y Sergio Ramos.

Para Zlatan Ibrahimovic y David Beckham, dos de los futbolistas que escriben en el libro, "no valoras lo suficiente a Carlo hasta que se marcha". "Tiene una personalidad única", resalta Adriano Galliani tras 30 años de amistad. Trata igual a todo el mundo, algo que ha repetido a lo largo de su carrera.

Un día en Anfield, en la previa de un partido de Champions, los enviados especiales de tres emisoras de radio españolas le preguntamos en la rueda de prensa oficial por el estado físico de varios jugadores que estaban tocados de cara al Clásico del sábado siguiente, sin formular cuestiones relativas al inminente duelo europeo. A la primera respondió bien, en la segunda torció el gesto, y tras escuchar la tercera, cabeceó contrariado y se mostró ofendido sin perder en ningún momento su excelente educación, sorprendido por la poca importancia que le dábamos al Liverpool-Real Madrid que nos había llevado hasta la ciudad de los Beatles. Mientras seguía la rueda de prensa, las redes sociales se llenaban de mensajes que hablaban del 'zasca' histórico que Ancelotti le había dedicado a los reporteros. Al finalizar la conferencia, Carlo se dirigió voluntariamente al fondo de la sala y pidió perdón cara a cara por su compartimento, algo que no era necesario pero que le define como el señor qué es. Las innecesarias disculpas fueron aceptadas al momento, sobra decirlo.

Ya no quedan en el fútbol actual caballeros como Ancelotti, un líder tranquilo que triunfa allí donde va. Ahora asume con confianza el reto de ganar títulos con el Bayern, el gigante europeo de gran tradición que le faltaba, porque según explica él mismo, "no existe mayor tradición que ganar". No descarta volver en el futuro al Real Madrid cuando se lo pregunta Manu Carreño, "pero no pienso en ello ahora porque estoy en un gran club y quiero que mi amigo Zidane siga muchos años", Ferguson sueña con verle en Old Trafford algún día y Cristiano espera que sus caminos vuelvan a cruzarse. Queda Carlo para rato.