Entre Aznar y el PP se acabó la rima

Madrid

Al presidente de honor ya no le honraba tanto presidir su partido. Al presidente de honor, la honra se la estaban desgastando a base de disgustos, a golpe de traiciones. Al honrado presidente de honor le dolía su honra.

José María Aznar ha decidido romper definitivamente con Mariano Rajoy en un proceso de desconexión que se venía agravando en los últimos meses. Como el padre que un día ya no reconoce a su hijo, Aznar se aparta de un partido que le empezaba a resultar extraño, incluso algo melifluo, ahora que el gobierno dulcifica su tono con Cataluña.

Los hijos, algunos más nietos que hijos, habían dejado de tener ese respeto reverencial al padre y abuelo... y Aznar se encolerizó después de escuchar como la vicepresidenta cuestionaba la estrategia que siguió el Partido Popular, la estrategia por la que apostó el propio Aznar para hacer frente al proceso de reforma del estatuto catalán.

Ese día el expresidente decidió arrojar contra Rajoy, Soraya, el gobierno y el PP los dardos de su fundación. Faes, desvinculada ya de la relación orgánica con el partido popular, será el látigo en manos de quien vivió la gloria y hoy padecía de irrelevancia, que como las hemorroides, se sufre en silencio hasta que uno ya no aguanta más...

Cuántos van a echar de menos en el PP a su exlíder, cuántos en la base electoral de la derecha española siguen pensando que con Aznar se vivía mejor, cuántos creerán en las filas de ese partido que el PP corre el riesgo de ser una versión edulcorada... ¿Quién le escucha, a quién le habla Aznar cuando Aznar habla? ¿No estaré dedicando esta portada a la prehistoria?

En fin, que entre Aznar y el PP hace tiempo que se acabó la rima.