Carrefour deja de vender panga en supermercados de Francia y Bélgica
La cadena de distribución argumenta su decisión por "la contaminación del agua causada por la cantidad de excrementos y los residuos de alimentos" que generan las granjas de cría intensiva en el sudeste asiático
Madrid
Carrefour dejará de vender panga en sus establecimientos de Francia y Bélgica debido que su cría, principalmente en el sudeste asiático, tiene graves consecuencias medioambientales.
Este pescado, que proviene generalmente de Vietnam, se cría en granjas intensivas en los países de origen y se puede encontrar a la venta en Europa por un precio mucho menor que la merluza, el lenguado o el bacalao.
El motivo de que la mayor cadena de distribución gala haya dejado de comercializar los filetes de panga se debe, según recoge la radiotelevisión pública francófona belga, a la contaminación que se crea alrededor de estas granjas de cría intensiva.
Carrefour explica en un comunicado que, a pesar de que la calidad de la panga que ha venido vendiendo hasta ahora es "impecable", el "impacto de las granjas de peces en el medio ambiente no se puede controlar". En concreto, la cadena de supermercados cita "la contaminación del agua causada por la cantidad de excrementos y los residuos de alimentos".
"Teniendo en cuenta las dudas que quedan sobre el impacto adversos de las granjas de panga en el medio ambiente, Carrefour ha dado orden de detener la venta de este pez", añade la empresa.
En 2013, el reportaje Poisson: élevage en eaux troubles (Pescado: cría en aguas turbulentas), emitido por la cadena pública France 2, abundó en las consecuencias medioambientales de la cría de este pescado en el delta del Mekong.
Por el momento, la filial española de Carrefour no ha precisado si se plantea tomar una medida similar.
La panga es un pescado blanco de agua dulce que llega a medir 1,5 metros y pesar más de 40 kilos. Si se vende en filetes es fácil confundirlo con el lenguado, el mero o el halibut. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) recomienda no consumirlo (tampoco la perca) más de una vez a la semana desde que, en un estudio de 2010, encontró restos de pesticidas y trazas de mercurio. "Aunque los residuos contaminantes están dentro de los límites legalmente tolerados y no suponen un riesgo inmediato para la salud, es mejor no consumir estos pescados en exceso", explicó entonces la OCU.