Mas en los tribunales o el gran fracaso político

Madrid

Estamos a horas vista de asistir al terrible espectáculo de ver cómo se produce uno de los mayores fracasos políticos de los últimos años. Porque no otra cosa significa que Artur Mas, el ex president de la Generalitat, y sus ex consejeras Irene Rigau y Joana Ortega, comparezcan hoy ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.

Los tres están acusados de los delitos de desobediencia y prevaricación, por haber sacado las urnas a la calle el 9 de noviembre de 2014, para realizar aquel referéndum imposible sobre el proceso soberanista catalán.

A nadie se le oculta el desastre, que de la batalla a sangre va a ser muy difícil que pueda salir un vencedor. Solo medianamente malo para los soberanistas si pierden, porque gana el victimismo, pero mucho peor para el Gobierno central si fracasa el envite, empecinado como está en una sola una vía –la judicial- fea, ridícula e inane. Porque los presidentes de Gobierno, digamos Mariano Rajoy, sus vicepresidentes y sus ministros cobran para hacer política, no para irse a los juzgados a poner denuncias o para llamar a los teléfonos particulares de los fiscales afines.

Unos y otros –ojalá cuenten con la ayuda del resto de partidos- deben entender que es urgente el diálogo y la negociación. Que este despropósito de enfrentamiento, solo deja, ya lo dice el bolero, cicatrices imposibles de borrar.