Y ahora, de nuevo, el caso Nóos

Madrid

Dentro de unas horas, a las doce del mediodía, empezaremos a conocer la sentencia del “caso Nóos”. Será una lectura larga, porque los mil folios que al parecer ha necesitado tan enrevesado asunto, se llevarán un buen rato.

Es, de nuevo, la omnipresencia de la justicia, que sigue determinando vida y haciendas de esta España que durante años se ha movido, a lo que se ve y se escucha, a lomos de una galopante corrupción de los poderosos, sean o no políticos.

Y de nuevo el espectáculo terrible de tener que contemplar a varios importantes cargos de determinadas comunidades autónomas en el banquillo, con la Valenciana de Francisco Camps y Rita Barberá al frente, pero también con la balear de Jaume Matas, incluido el mismo ex presidente, todos hasta el cuello de imputaciones de malversaciones y cohechos variados.

¿Qué maldición pudo introducirse en una y otra para este tsunami de detritus? Y no olvidemos que también está imputada Mercedes Coghen, la jefa de la candidatura Olímpica de Río de Janeiro, aquella del inolvidable relaxingcapofcafeconleche de Ana Botella.

Con todo, estamos ante un juicio descomunal, que afecta de lleno, ni más ni menos, que a miembros de la familia Real. Obviemos las responsabilidades de La Zarzuela, nadie ha demostrado ninguna, pero ver al cuñado del Rey cargado con años de cárcel no es cualquier cosa.

Feo siglo éste…