El invierno decisivo que Chopin pasó en Mallorca

Madrid

El compositor polaco, Frédéric Chopin, cuyas piezas al piano causaron sensación en el Romanticismo, permaneció una etapa decisiva de su vida en Mallorca. Nuestro experto, Ramón Gener, ha contado todos los detalles de su estancia en nuestro país en Ópera sin miedo.

El viaje lo emprendió con George Sand, una escritora feminista que se enamoró perdidamente de él y de su música, y que se propuso conquistarle en uno de sus conciertos. En esa ocasión, logró llamar su atención envolviéndose con la bandera polaca, fumándose un puro y plantándose frente a él, mientras tocaba.

Esta mujer era una 'coleccionista' de amantes y cuando decidió conseguir el corazón del compositor, ya estaba viendo con otro hombre. Cuando este se enteró, amenazó a Chopin y le retó a un duelo, una práctica que enfrentaba a los dos rivales hasta que solo quedara uno. El compositor decidió huir cobardemente con su amante y abandonaron París, también, porque padecía una afectación pulmonar y tuvieron que buscar un clima que no le perjudicara como el frío de París.

Le aconsejaron viajar a las islas Baleares, el lugar menos afectado por la Guerra Carlista entonces. Cuando llegaron no pudieron encontrar donde alojarse porque el conflicto bélico había causado el aumento de migración a las islas. Tuvieron que permanecer en un hostal durante un tiempo hasta que encontraron una casa, ubicada en una zona muy ventosa que causó que su enfermedad se acrecentase. Le diagnosticaron entonces, tuberculosis.

Su enfermedad hizo que tuviera que permanecer en cuarentena. Eligieron La Cartuja de Valldemossa, donde en la actualidad se encuentra un piano que supuestamente había pertenecido al compositor. Sin embargo, cuando llegó no había piano y tuvo que esperar un tiempo hasta que le trajeron uno. Se sabe que compuso una serie de preludios en aquel invierno, una de las piezas más importantes en la literatura pianística, como el preludio de La gota de agua.

La amante viajó hasta Palma de Mallorca para pagar el envío del piano y cuando regresó, en una noche de tormenta, se encontró a Chopin tocando el preludio de La gota de agua, mostrando toda la dedicación que los artistas románticos de la época dejaban ver cuando tocaban sus obras. Una especie de sufrimiento, que en el caso de Chopin se sumaba al causado por su enfermedad.

El piano que actualmente se encuentra en La Cartuja no fue el suyo. Sí la celda en la que habitó, pero una familia francesa que poseía el piano original puso una demanda con la que consiguió, finalmente, que el piano verdadero se expusiera en La Cartuja de Valldemossa.