Un espectáculo dantesco en Nápoles

Madrid

Vuelve el Real Madrid a su competición favorita, a la Liga de Campeones. Con la BBC. Con Bale, Cristiano y Benzema. En su competición fetiche. Lleva una de ocho Ligas. Pero la Champions es otra cosa. Es la competición que más les pone. En los tres últimos años ha ganado dos. 

Desde luego no le preocupa ni el infierno que le preparan en Nápoles, ni la encerrona, ni toda la parafernalia de los 'tifossi', que enloquecieron ayer en la llegada del autobús con un espectáculo dantesco, con el tráfico cortado, con la policía mirando y casi haciéndose fotos, más que protegiendo la seguridad de los jugadores madridistas. Y con una hinchada que ha enloquecido y que espera dar la campanada después del 3-1 para los blancos en el partido de ida.

El Madrid debe pasar. El Madrid es favorito. El Madrid fracasaría rotundamente si cae eliminado en Italia. Pero los italianos se agarran al milagro. Con las calles llenas de fotografías del Papa Francisco y también de Diego Armando Maradona. Su otro Dios. Al que, por cierto, me extraña no haber visto en Nápoles estas últimas horas. Lo cual me hace pensar en qué parte del mundo la estará liando.