"En 'Incierta Gloria' hay un lado poético y tenebroso que me inquieta mucho"

Madrid

Nuestro experto en cine Carlos Boyero dio su palabra la semana pasada de que iría a ver la película El guardián invisible. Y ha cumplido su promesa. La cinta, rodada en el Valle del Baztán, lleva dos semanas en los cines y es la cuarta película más vista de la cartelera española. La que llega a los cines es Incierta Gloria, de Agustín Villaronga, que se estrena este viernes.

La adaptación de la primera novela de la trilogía de Dolores Redondo, dirigida por Fernando González Molina, tiene para Boyero más aspectos negativos que positivos: "El guión tiene lagunas, está enrevesado, algunos flashback me parecen ridículos y, aunque Marta Etura está muy bien, creo que los otros actores y actrices buscan continuamente la naturalidad y me resultan muy poco creíbles".

El director mallorquín vuelve a contar en Incierta Gloria una historia ambientada en plena Guerra Civil, como ya hiciera en la premiada Pa Negre y El Mar. "Hay un lado poético y tenebroso que me inquieta mucho.  Hay un lirismo que te amarga. Tiene las mejores virtudes de un director tan personal como es Villaronga", ha señalado Boyero, que ha reconocido que viendo el filme hubo un momento en el que le vinieron a la memoria los relatos de Chaves Nogales sobre el conflicto bélico español.

II Muestra de Cine Efímero

Este fin de semana cuatro películas españolas que no han tenido demasiado éxito en taquilla tendrán una segunda oportunidad. Será en la segunda edición de la Muestra de Cine Efímero, que se celebra en la localidad madrileña de Moralzarzal. Títulos como Rumbos, de Manuela Burló o La próxima piel de Isaki Lacuesta, competirán por La Mora, el galardón que otorga el público. La muestra se abrirá el viernes con una de las películas, fuera de concurso, del artífice de esta iniciativa, el actor y director Carlos Iglesias.

"Se me ocurrió que podríamos dar una segunda oportunidad a aquellas películas que, por la razón que sea, no han tenido la proyección que podrían haber tenido”, ha apuntado Iglesias. Su película Un franco, catorce pesetas abrirá la muestra, aunque no competirá junto las cuatro películas que optan al premio: Los dramas Rumbos y La próxima piel, el thriller La punta del iceberg y la comedia infantil de aventuras Zipi y Zape y la isla del capitán.

Ampliar

Iglesias ha apuntado al cierre de salas como uno de los factores que dificultan la distribución de películas españolas. Aunque también depende mucho de la productora y la distrubuidora de la cinta: "Con las grandes distribuidoras americanas es imposible competir, a no ser que sean grandes cadenas de televisión privada, porque si no estás con ellos la verdad es que es muy difícil. Y también influye la promoción. Ellos tienen la ventaja de que pueden publicitar su película todas las veces que quieran".

Este miércoles, que el INE ha publicado las cifras de emigración de españoles en 2016, parece que España sigue atrapada en el tiempo en el que se ambienta Un franco, catorce pesetas, una historia que Iglesias pensaba que no volvería a repetirse: "Cuando hice la película estaba convencido de que le estaba contando a la gente que no iba a tener que emigrar. Pero ahora muchos jóvenes se están yendo. Mi hijo, por ejemplo, que ayer se tuvo que marchar a Inglaterra a buscarse la vida".