Sexo por ciencia infusa

Madrid

Ya quisiera yo que esto del sexo fuera algo que sucediera por ciencia infusa. Que con poco más que la intención, o incluso gracias a alguna poción mágica, pudiéramos tener el sexo que queremos, con la persona que elijamos y con una calidad... ¡Que ríete tú de lo que cuentan en novela erótica!

Nada funciona así. Afortunadamente.

Para empezar, empecemos por ser lo suficientemente respetuosos con todos cuanto nos rodean. Entendamos que hay personas que no quieren tener sexo a la primera de cambio. Comprendamos que el proceso de seducción debe contemplar la ínfima posibilidad de que el de enfrente, como mínimo, nos corresponda. Hablemos de lo que nos gusta y de lo que detestamos. Aprendamos a decir no todas y cada una de las veces que haga falta. Y a aceptar todas las negativas que recibamos. No engañemos al que comparte el calentón con nosotros, y sobre todo, no nos mintamos a nosotros mismos.

La honestidad pasa por aceptar los gustos de los demás. Respetar y tolerar la orientación sexual de cualquiera. Ayudar y apoyar a los que se embarcan en la difícil tarea de poder identificar su propio sexo con sus genitales. Solo la diversidad nos hará vivir en una grande y libre.