Ian Gibson: "España tiene un problema de identidad"
El hispanista acaba de publicar 'Aventuras Ibéricas', un viaje histórico a través de nuestra península y las costumbres que conforman nuestra sociedad
Madrid
Hace sesenta años que el escritor dublinés, Ian Gibson, se enamoró de nuestro país. Investigó sobre afamados escritores de nuestra literatura y se sigue fascinado con cada rincón de España. En Hoy por hoy con Gemma Nierga, el hispanista, nos ha llevado de viaje a través de su nuevo libro Aventuras Ibéricas.
Ian Gibson: "España tiene un problema de identidad"
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Su primer contacto directo con España fue con los ánsares. Por aquel entonces se dedicaba a la ornitología y se propuso ver el amanecer en Doñana junto a estas aves. Fue en su juventud cuando viajó a España y ya no pudo volver. Cuando cruzó la península en tren se sintió muy atraído por el paisaje montañoso del norte, pero sintió una especie de shock cuando se adentró en la meseta. "No había visto nada comparable", aseguraba.
En su libro hace referencia a Richard Ford, autor inglés que, según Gibson, escribió la mejor guía de España del siglo XIX. Ford ya describió sobre algunas raíces de la cultura española y del carácter de nuestra sociedad que se siguen dando en la actualidad. Por ejemplo, algo a lo que ya se había referido el autor inglés es que los españoles no son buenos escuchadores y Gibson lo comparte."Aquí todo el mundo quiere hablar, pero también hay que escuchar", decía.
Ford describió también la mala gobernabilidad que tenía España y las malas consecuencias de las actitudes corruptas en el siglo XIX. Gibson compartía esa característica y la aplicaba a nuestros días: "Se hace y se deshace. Un país no puede progresar así", opinaba.
Como enamorado de nuestra península, sostiene que Portugal es una parte del territorio común que olvidamos. "Sueño con la gran república federal ibérica", confesaba Gibson.
Mucho antes de comenzar a escribir Aventuras Ibéricas, Gibson empleó muchos años de su vida estudiando a Federico García Lorca y en la actualidad ha hecho una pausa en sus investigaciones. "Sospecho que siguen estando sus restos donde se buscó la primera vez", sostenía. "No han buscado bien", opinaba.
Tras su larga trayectoria en nuestro país, siempre se ha sentido muy bien acogido y ha compartido su particular radiografía de nuestra tierra: "España es un crisol de culturas de sangre y eso hay que verlo como algo maravilloso y no como un problema", recalcaba. Asegura que vemos las diferencias de nuestras raíces como un impedimento cuando debería ser una ventaja: "España tiene un problema de identidad", concluía.