Las cámaras de los fracasos

Madrid

Si son ustedes seguidores habituales de este programa sabrán que una de nuestras banderas es, sin duda, la educación. Porque ahí es donde debemos buscar soluciones a buena parte de los problemas que nos asfixian.

Hoy traemos a La Ventana una historia que me ha llamado mucho la atención: un instituto de Madrid, no un instituto especialmente conflictivo ni con un currículum de líos y follones…no, un instituto como tantos otros ha decidido instalar cámaras de vigilancia porque han desaparecido libros de texto de las taquillas.

Vamos a ver, no es el primer caso, la decisión la ha adoptado el consejo escolar y aunque creo que no la ha comunicado al claustro de profesores, tiene todo el amparo legal; quiero decir, la agencia de protección de datos fija unas condiciones, unos protocolos para que nadie abuse pero autoriza la presencia de cámaras de videovigilancia cuando las circunstancias lo aconsejen. Mi pregunta, mi duda….y mi frustración es: ¿tan mal estamos, tan impotentes somos ya como para tener que recurrir a la videovigilancia en los centros escolares?

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Igual estoy desconectado de la realidad, ¿eh? Pero…los institutos españoles ¿son como esos que nos pintan en las películas americanas donde hay bandas, violencia, armas incluso….? Tiendo a pensar que no, tiendo a pensar que no. Y aunque soy muy consciente de cómo se ha complicado lo de ser profesor….me niego a aceptar que la solución sea esa, un ensayo de lo que ocurre después en la calle: que estamos todos vigilados y que hay cámaras por todas partes.

Es posible que los adultos nos hayamos hecho acreedores a esto…aunque también tengo dudas….pero con los chavales no, por favor, ¡todavía no! Porque supone admitir un fracaso en toda regla. ¿Qué preferimos: alumnos temerosos del castigo, de que les puedan pillar? ¿O personas capaces de discernir lo que está bien y lo que está mal porque se lo hemos enseñado? Yo no tengo ninguna duda. Y también tengo claro que si ese fracaso se consolida no será sólo responsabilidad de los colegios sino también, y fundamentalmente, de las familias.