¿Sabe Rajoy qué significa fraude o cohecho?

El juez de la Audiencia Nacional, Eloy Velasco, ha pedido al Tribunal Superior de Justicia de Murcia que investigue la relación del presidente autonómico, Pedro Antonio Sánchez, con la Operación Púnica, la trama que se ha llevado por delante a decenas de altos cargos, el más sonoro de ellos Francisco Granados, durante años la mano derecha de Esperanza Aguirre.

El juez recoge los argumentos que emplearon los fiscales anticorrupción, que tacharon su plan de criminal, y le atribuye delitos de fraude, cohecho y revelación de secretos. Su intención era bien simple: contratar a un conseguidor para limpiar su imagen, que al parecer andaba muy deteriorada por los ambientes murcianos y ganar puntos externos, además de internos dentro del partido, pero eso sí, como es ya habitual, con dinero público, ese que a algunos se les escapa de las manos como el agua fresca.

Hace bien poco escuchábamos en esta cadena conversaciones telefónicas bien desvergonzadas entre estas gentes tan desahogadas. Ya saben que hay mociones de censura de Ciudadanos y PSOE contra el aún presidente murciano, que se aferra cual lapa al poderoso sillón autonómico.

Y de todo esto, ¿qué dice Mariano Rajoy? Pues nada, por supuesto, que no es fácil sacar al presidente de su inveterada costumbre de mirar hacia otro lado cuando se detecta a un corrupto entre sus filas. ¿Hasta cuándo, Presidente, esta cómplice pasividad?