"Hay terapias que son inocuas, pero las consecuencias de rechazar un tratamiento real no lo son"

Madrid

El domingo en SER Consumidor hablamos con los dos sectores: Emilio José Molina, vicepresidente de la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas (APETP); y Roberto San Antonio-Abad, presidente de Asociación de Profesionales y Autónomos de las Terapias Naturales (COFENAT).

La semana pasada la Organización Médica Colegial daba el visto bueno a la creación de un Observatorio para vigilar a todos estos colectivos, algo que Molina califica de "una medida muy necesaria y han contado con nuestra colaboración". "Todo nace de una concienciación social sobre este problema y la hemos querido trasladar directamente a la cúpula de la Organización Médica Colegial para que tomara cartas en el asunto en la parte que les compete", nos explicó.

La medicina alternativa la forman un total de 139 terapias alternativas, entre las que se pueden diferenciar varios tipos: "las hay que simplemente el producto en sí es inocuo, como el reiki o la homeopatía, que no pueden hacer daño; pero la creencia en que eso funciona no es inocua. Luego sí que hay otras propuestas que pueden ser dañinas, como la bioneuroemocion, que reforma el pensamiento de forma que acabas creyendo que todo lo que te sucede es producto de un conflicto emocional", nos explicó Emilio José Molina. A lo que añadió que "en general, es el retraso o rechazo de la aplicación de terapias reales, además de la estafa económica por cosas que no funcionan".

Sin embargo, Roberto San Antonio-Abad cree que el problema reside en la libertad para ejercer porque "cualquiera puede montar una consulta de naturopatía, lo que supone un agravio para los verdaderos profesionales; y aquí es donde surgen los problemas porque no hay una regulación mínima establecida".

"En algunos países está prohibida depende para quién. Si eres médico, en algunos países está legalizada para que sólo la puedan ejercer profesionales", nos aclaró San Antoni-Abad. Y añadió que "dentro de la propia Unión Europea está reconocida en algunos países, otra cosa es que los servicios de sanidad dejen de subvencionarlos pero en la mayoría de los países no está prohibida".

Además, San Antonio-Abad nos explicó que nuestro país es el único que ha creado el término pseudociencia para hacer referencia a este tipo de terapias mientras que en el resto de Europa las califican como terapias alternativas. "Nosotros abogamos por unas terapias complementarias para darle una visión multidisciplinar al usuario".

"Lo que no se puede hacer es abarcar cualquier tipo de dolencia con este tipo de terapias, tienen sus limitaciones y para algunas cosas son estupendas y hay beneficios. Lo que sí es cierto es que igual no hay suficientes estudios como demandan aquellos que dicen que no hay ensayos científicos que respalden este tipo de terapias".