La mayor tontería

“Debe ser la mayor estupidez dicha por un portavoz de la Casa Blanca en toda la historia”, escribió ayer en Twitter un conocido profesor de periodismo de la Universidad de Columbia. Se refería a la intervención del actual portavoz del presidente Trump, un caballero que se llama Sean Spicer y al que ayer, para descalificar al presidente sirio Al Assad, no se le ocurrió más que decir, y son palabras textuales: “Ni tan siquiera Hitler cayó tan bajo como para utilizar armas químicas”. Ante la mirada asombrada de los corresponsales políticos, el portavoz pensó unos segundos y precisó: “Bueno, excluyendo los campos de concentración, claro”. Al señor Spicer se le habían olvidado las cámaras de gas donde se asesinó, con productos químicos, a centenares de miles de judíos.

En Estados Unidos el portavoz del presidente ocupa un puesto fundamental en la estructura y organización de la Casa Blanca. Su papel no es solo transmitir la información que el gobierno quiere difundir, sino también contestar, en una conferencia de prensa diaria, todo tipo de preguntas. Sean Spider es un caso único de meteduras de pata: pocas horas antes había dicho que el presidente Trump no consentiría que se gaseara a ningún niño más ni que se tiraran bombas barril sobre poblaciones civiles. “No se equivoquen: él contestara”. Da la casualidad que según datos comprobados por algunas ONG americanas, el régimen sirio tira unas 35 bombas barriles al día desde hace meses… Así que ante la posibilidad de que alguien interpretara que el presidente Trump se iba a meter de hoz y coz en la guerra de Siria, el portavoz tuvo que salir a rectificar. Bueno, las bombas barril, no. A eso no contestará. Es posible que el profesor de Columbia tenga razón y que nunca se hayan oído tantas burradas seguidas en la sala de prensa de la Casa Blanca.