Acorralados

Madrid

He estado buscando algún adjetivo que defina con precisión cómo me siento ante el actual panorama político; y la verdad es que me salen varios: cabreado, indignado, sorprendido,… divertido también en algún momento…porque hay cosas que son de ópera bufa….pero en el fondo, en el fondo de todo, lo que peor llevo ahora mismo es sentirme acorralado.

No sé si les pasa también a alguno de ustedes...por un lado está el Gobierno, el Partido Popular, que lleva años remoloneando para asumir responsabilidades y que ahora sigue silbando y haciéndose el despistado cuando la mierda ya le llega hasta las orejas; no sé si Rajoy seguirá mucho tiempo después de este nuevo tsunami pero está claro, resulta evidente, que el gran tapón es él; y ya se sabe que los buenos tapones, los de corcho, flotan en cualquier circunstancia.

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Pero es que luego miras alrededor… ¿y qué te encuentras? Hoy Podemos ha decidido hacer eso de lo que tanto presumen algunos de sus dirigentes, que es marcar la agenda, y ha anunciado una moción de censura. Y sí, con eso ha marcado la agenda, aunque también deja en evidencia la debilidad de la oposición y sus propias contradicciones.

El PSOE, por ejemplo, que está hecho unos zorros como todo el mundo sabe, ni está ni se le espera; es más, echan chispas contra Podemos porque esto de la moción de censura lo consideran una trampa. Bueno, no todos, porque Pedro Sánchez también reclama la dimisión de Rajoy.

Y luego está Ciudadanos, donde algún día habrá lesionados por las contorsiones que tienen que hacer para justificar que no hay motivos de ruptura con el PP. Esta es la fotografía de las cuatro grandes fuerzas políticas.

Resumiendo: ¿se puede esperar algún cambio profundo en este Partido Popular? No. ¿Se puede confiar en que la mayoría alternativa -que existe- se ponga de acuerdo para echar a Rajoy…aunque sólo fuera para convocar otra vez elecciones? Tampoco. Así que lo dicho: acorralado. Y harto, muy harto.