¿Algún espectador sabe pilotar este avión?

Madrid

En el cine clásico encontramos accidentes aéreos en películas como “Horizontes perdidos” o “Los pasos del destino”. Pero la edad de oro del género fueron los años 70. El pistoletazo de salida lo dio el estreno de la película “Aeropuerto” A su estela surgieron un sinfín de películas a las que los productores simplemente añadían al título el número del año en que se estrenaba. Así conocimos Aeropuerto 75, Aeropuerto 77, Aeropuerto 79 y otras como “Alarma vuelo 502 secuestrado” o “Aterriza como puedas”, ésta en última clave de parodia.

Todas estas películas tenían un esquema tópico y bien definido: catástrofes y desgracias para al final solucionarse todo y salir bien parados los supervivientes. El argumento se adornaba con una serie de historias entrecruzadas de los pasajeros que siempre se resolvían ante la llegada del peligro.

Otra de las características del género en aquellos años era la presencia en todas ellas de un reparto plagado de rostros muy conocidos: James Stewart. Burt Lancaster, Olivia de Havilland, Jack Lemmon o la mismísima Gloria Swanson que hizo su última aparición en el cine antes de morir en Aeropuerto 1975. Pero el más persistente de todos fue sin duda George Kennedy queen casi todas las películas interpretando a un personaje llamado Joe Patroni que lo mismo aparecía como jefe de mecánicos que como piloto o experto en salvamento. Patroni siempre estaba allí para lo que fuera.

En los años 90, con el desarrollo de los efectos especiales digitales, la cosa cambió bastante. En 1993 se estrenó “Viven”, sobre la tragedia de los Andes, y en ella pudimos ver por primera vez un accidente de avión realmente impactante. En “Naúfrago” de Robert Zemeckis o en la serie de televisión “Perdidos” también pudimos ver accidentes aéreos tan realistas como espeluznantes. Como “Viven”, también se basaba en hechos reales “United 93”, película que contaba la historia de uno de los aviones secuestrados por los terroristas el 11-S.

Pero más allá de su realismo en las últimas décadas el género nos ha regalado todo tipo de argumentos. Historias de supervivencia con “El vuelo del Fénix”; intrigas criminales como “Non stop, sin escalas” o guiones disparatados como “Serpientes en el avión”.

También el cine se ha ocupado de las consecuencias que dejan las tragedias aéreas: la desolación de los familiares en “Caprichos del destino”; el tratamiento psicológico de los supervivientes en "Passengers" o las implicaciones legales y económicas de los accidentes en "El vuelo" o la reciente "Sully".

Afortunadamente la realidad es una cosa bien distinta. Los datos demuestran que es el medio de transporte más seguro que existe. Así que no os sugestionéis. Si tenéis que viajar en avión id tranquilos.