Derecho a saberlo

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se juega todo el año parlamentario en un único proyecto de ley, eso sí el más importante, los Presupuestos Generales del Estado, cuyas enmiendas a la totalidad deberán ser votadas esta misma semana. Rajoy cuenta, como es lógico, con los votos del Partido Popular y de su aliado de investidura, Ciudadanos, pero eso no es suficiente y ha tenido que negociar con el PNV para que los cinco diputados nacionalistas vascos no apoyen el rechazo a los presupuestos.

Si todos los demás votaran en contra, lo que está por ver, se produciría un empate a 175. En ese caso, el reglamento del Congreso establece que se repetirá la votación hasta en dos ocasiones y si a la tercera sigue existiendo empate, las enmiendas a la totalidad se entenderán rechazadas y el gobierno habrá alcanzado su primera victoria: conseguir que los presupuestos pasen a la comisión.

Es evidente la gran importancia que tienen los cinco votos de los nacionalistas vascos y el alto precio que seguramente ha tenido que pagar el PP. Según el portavoz del PNV Se han desbloqueado temas muy importantes para Euskadi. Los últimos flecos de la negociación fueron cerrados en persona por el presidente Rajoy, en conversación con el presidente del PNV, Andoni Ortuzar.

No es la primera vez en la historia que el gobierno de turno tiene que negociar muy presionado con el PNV para alcanzar un acuerdo que salve los presupuestos del estado. Las negociaciones de este tipo son normales, lo que también debería ser normal es saber exactamente cuánto se paga, es decir que se hicieran públicos los detalles del acuerdo, sobre todo en cuánto afecta al cupo que paga la Hacienda vasca a la española y en cuánto a las inversiones del Estado en esa comunidad.

Sería muy interesante saberlo. Es más, tenemos derecho a saberlo.