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Ocio y cultura

'Pollamisiles' de pacotilla

El editorial de Celia Blanco en 'Contigo Dentro'

El jugador del Eibar Sergi EnrichEFE

Madrid

Esto de empezar el programa justo después de El Larguero me ofrece la posibilidad de que muchos de los que me escuchan, sepan quiénes son los protagonistas de mi declaración de principios de esta noche:

Sergi Enrich y Antonio Luna son dos jugadores del Eibar quienes tuvieron una relación íntima con una mujer. Ese encuentro fue grabado y ese vídeo corrió como la espuma a través del whatsapp de amigos, propios y extraños. Todo esto ocurrió el pasado mes de noviembre. ¡Y se armó una buena! Los jugadores se excusaron asegurando que la mujer había recibido 10.000 €. No tengo muy claro si solo por ese motivo, consideran que tenían permiso para difundir la vida personal e íntima de otra persona, pero en cuanto la mujer supo que su vídeo "volaba" por la red, interpuso una denuncia ante la Ertzaintza.

Esta semana ha aparecido una cuarta persona implicada en el caso. Eddy Silvestre, jugador del Cádiz, amigo de los dos futbolistas del Eibar con los que coincidió la pasada temporada, ha sido imputado. Se investiga si fue él el que propagó el vídeo, que al parecer, le enviaron sus colegas.

La última reforma del Código Penal, el artículo 197.7 especifica que "será castigado con una pena de prisión de tres meses a un año o multa de seis a doce meses el que, sin autorización de la persona afectada, difunda, revele o ceda a terceros imágenes o grabaciones audiovisuales, cuando la divulgación menoscabe gravemente la intimidad personal de esa persona".

Es más que probable que ninguno de los tres futbolistas tenga antecedentes penales y por eso, no ingresarán en prisión aunque sean considerados culpables. Pero espero al menos que sus aficiones sean conscientes de que ninguno de los tres, ni Sergi Enrich, ni Antonio Luna ni Eddy Silvestre pueden ser un modelo para nadie. Mucho menos para una afición que ve en ellos los colores de su equipo. Algo que para cualquiera que ame el fútbol, y yo señores, lo amo, significa una emoción bastante parecida a la que te reporta tu propia familia.

La gran familia del fútbol necesita referentes de los que puedas sentirte orgulloso. La gran familia del fútbol necesita ser implacacable con los que la avergüenzan. Lo que no necesita la gran familia del fútbol son 'pollamisiles' de pacotilla que alardean de lo que hacen en la cama.

 
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