"Animo a los tenistas a que rechacen a las chicas objeto"
Una de las azafatas del Trofeo Conde de Godó denuncia las condiciones en las que tuvieron que trabajar y anima a que se rechace la figura de mujer objeto que se da en el deporte
Madrid
Con ocho grados, los tenistas calientan para darlo todo en la pista. A un lado, inmovilizadas, haciendo publicidad de grandes marcas, están ellas, en falda corta, sin medias y con polos sin mangas. Son las azafatas, mujeres que, haga frío o calor, permanecen durante todo el torneo de pie o sentadas, sosteniendo una sombrilla. Algunas de las azafatas del Trofeo Conde Godó han alzado la voz contra las condiciones en las que tienen que trabajar en días de frío. En Hoy por hoy con Gemma Nierga, una de ellas, Raquel Muñoz, ha denunciado públicamente la situación, animando a que los propios tenistas se manifiesten en contra de la figura de mujer-objeto que constituyen.
Azafatas del Trofeo Conde de Godó, obligadas a ir con minifalda y manga corta a pesar del frío
11:46
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/1493808646_662359/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>
"Estábamos a ocho grados, haciendo de estatuas, sin abrigo", así iniciaba su explicación esta mujer, que ha decidido decir basta ante lo ocurrido recientemente en el torneo. El primer paso de su denuncia fue, solicitar que les cambiaran la vestimenta, ya que las condiciones meteorológicas eran duras. "No nos dejaban ni ponernos medias", manifestaba. Decía que han llegado a trabajar con tres grados y que alguna compañera tuvo que marcharse. "Solo conseguimos una chaqueta para echarnos en los hombros para cuando estuviéramos sentadas", aseguraba. "Nos teníamos que turnar las chaquetas, éramos ocho y había seis prendas", añadía.
Su protesta social va encaminada también a hacer que esta figura de mujer-objeto desaparezca. Aunque existe el malestar de las trabajadoras hacia su profesión, "nadie se atreve a denunciarlo" por miedo a que no vuelvan a contratarlas. En su caso, aseguraba: "Me han hecho un grato favor diciéndome que no me contratarían más" porque "estas condiciones no las quiero ni para mí, ni para nadie", reivindicaba.
Muñoz ha puesto de manifiesto la evidente diferencia que hay entre mujeres y hombres en ese trabajo, ya que no suele existir esta figura en varones, y si la hay, no tienen la misma función ni la misma vestimenta. "Quiero que todos se conciencien y luchen por las condiciones de sus trabajadores", apelaba. "Pido responsabilidades a la agencia, que son los que me contratan, pero ellos tienen que luchar con la empresa por nuestros derechos", explicaba.
Para dar cuenta de lo innecesario que es su trabajo ha relatado la vivencia en la que, ya de noche, un tenista le preguntó que qué estaba tapando con su sombrilla, ante la ausencia de sol y lluvia. Ella respondió que estaba promoiconando una marca y él, finalmente, pronunció que le parecía absurdo. "Animo a los tenistas a que rechacen a las chicas objeto que les tapan el sol durante treinta segundos", concluía.