Dinero negro y sagrado

Madrid

La prueba definitiva de una banda criminal es el lenguaje. Básicamente porque cuando el lenguaje pretende ocultar lo que hace es exhibir: el medio es el mensaje. En el caso de la señora Ferrusola, transparenta el delito. Quizá lo novedoso de sus órdenes sea la concepción religiosa que tiene del manejo del dinero. Es una prueba de carga, como en el Padrino. Mezclar a Dios con la evasión de impuestos es una genialidad que sólo se le puede ocurrir a Marta Ferrusola, que no era partidaria de mezclar niños catalanes con charnegos. Es un poco lo mismo. Sabe de química social, como Walter White pero echada a la sociología, por eso verla convertida en madre superiora le da sentido a la única causa política que conoció esa familia: el dinero.

Creo que la verdadera naturaleza de la trama Pujol ha ocurrido en la mesa, como en las grandes familias italianas. Capellán, bendice la mesa. Es decir: el momento en el que se decide la temática. En toda organización hay un momento en el que se tiene que seleccionar el disfraz lingüísticos. En el mundo de la droga los centollos, las camisetas; en el mundo de la política Francisco Correo quedó seducido por el engranaje de la primera y segunda parte del Padrino, y se hacía llamar Don Vito. Los Pujol han optado por la tercera parte del Padrino y han hecho bien, han tenido un gusto excelente. Porque el dinero público es sagrado y hay que tratarlo como tal, aunque sea para llevárselo.

Y ahora falta saber qué ha significado todos estos años la palabra clave de la organización: Cataluña. Qué ha querido decir Ferrusola durante 40 años cuando decía que su marido trabajaba por Cataluña, daba la vida por Cataluña, estaba entregado a Cataluña. A quién le estaba dando órdenes, qué significa Cataluña en la familia Pujol.