Terapia en la casa del pueblo
Salvo algún destello puntual, el debate del PSOE fue casi todo el tiempo fue interno, personal y bronco. Se dijeron a la cara lo que llevan meses diciendo en privado o insinuando en sus mítines.
Pepa Bueno: 'Terapia en la casa del pueblo'
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Por si alguien tenía alguna duda, el debate de ayer lo dejó claro. EL PSOE está partido por la mitad en dos facciones que encabezan Susana Díaz y Pedro Sánchez y salvo sorpresa mayúscula uno de los dos ganará por la mínima el domingo y al día siguiente comenzará el verdadero problema para los socialistas porque ayer se vio a dos líderes absolutamente incompatibles. Y según los avales, cada uno tiene detrás un tercio del partido. Ayer se dijeron a la cara lo que llevan meses diciendo en privado o insinuando en sus mítines. Esa fue la virtud del debate: máscaras fuera y en el barro desde el minuto uno. Cualquier otra actitud hubiera sido hipócrita.
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Entre ambos, Patxi López emergía como el compañero de la casa del pueblo que intentaba poner paz y propuestas y a la vez el objeto del deseo de los otros dos porque en una batalla tan igualada, los votos de los suyos se vuelven imprescindibles.
Hubo debate, sí, y salvo algún destello puntual, casi todo el tiempo fue interno, personal y bronco. Pero esta es la terapia en la que están los socialistas españoles. Y hay que reconocerle al PSOE que tiene más capacidad que ningún otro partido para abrirse en canal en público. Ayer se vieron dos relatos que ayer se vieron irreconciliables:
1.-El PSOE está así porque Sánchez perdió dos elecciones hasta llevarlo a su suelo histórico, se enfrentó a todos los demás dirigentes y cambia su discurso en función de sus circunstancias personales, dice Díaz.
2.-EL PSOE se fracturó porque hubo deslealtad al secretario general y se decidió la abstención ante un gobierno del Partido Popular acosado por la corrupción y los recortes sociales, dice Sánchez.
Hasta que estos dos relatos no encuentren un punto de mínimo consenso no habrá paz. Y no solo no habrá paz, sino que cualquier otra cuestión, las propuestas de fondo, el futuro del partido, el socialismo, España o Europa queda, desgraciadamente, relegada a un segundo término.