Un serio problema de salud pública
Hablamos de la obesidad, una auténtica epidemia según la Organización Mundial de la Salud y uno de los indicadores sanitarios que más preocupan en Europa. El continente celebra hoy el Día Europeo de la Obesidad para concienciar a una población en la que el 16% de los adultos es obeso
Madrid
La obesidad representa el 8% del gasto sanitario en la Unión Europea, según los datos que recoge el Informe sobre la salud Pública elaborado por la UE en 2016. Las cifras de Eurostat, la oficina estadística europea, nos dicen que uno de cada seis adultos de los 28 estados de la UE ya es obeso. Los números muestran, además, una importante diferencia por edad. En la franja de los 65 a 75 años el porcentaje aumenta hasta el 22% de lo que se deduce que a mayor edad mayor proporción de personas con un índice de masa corporal superior a 30. La diferencia es también significativa en los distintos niveles de educación. Así, entre los que tienen pocos o ningún estudio el porcentaje llega hasta el 20%, baja al 16% en los niveles medios y se reduce hasta el 11’5% entre la población con estudios superiores.
No se observa, según los datos del Parlamentos Europeo, un patrón claro en la distribución geográfica de la obesidad. Por países los ratios más bajos se dan en Rumanía, Italia, Holanda, Bélgica y Suecia. Todos ellos están muy por debajo de la media. En el otro extremo de la tabla, los que tienen mayor porcentaje de adultos obesos, se sitúan Malta, Letonia, Estonia y Reino Unido.
La obesidad está relacionada directamente con algunas de las enfermedades más frecuentes en las sociedades desarrolladas. Constituye, según los expertos, un factor de riesgo para las cardiopatías, diabetes de tipo 2, hipertensión, accidentes vasculares del cerebro e incluso ciertos tipos de tumores cancerígenos. Según la Comisión Europea, la obesidad es una de las principales causas de muertes evitables en la Unión.
Los médicos y las autoridades europeas están especialmente preocupados por el aumento, a una velocidad alarmante, del sobrepeso en los niños. Se calcula que unos 14 millones de menores tienen sobrepeso y hasta tres millones de ellos son obesos.
CRUZADA CONTRA EL EXCESO DE AZÚCAR
Ante una situación tan preocupante que ha activado las alarmas de la OMS, los médicos y hasta los políticos cabría esperar una respuesta unitaria de la UE. Sin embargo, por el momento, la única decisión unánime que ha puesto en marcha Bruselas para toro el territorio europeo ha sido el etiquetado de los alimentos. Una decisión ya en vigor en todos los países que obliga a los fabricantes a especificar con claridad la composición de lo que estamos comprando y sus valores nutricionales. Una medida importante pero, según los expertos, insuficientes.
A nivel individual algunos países han emprendido su propia lucha contra el exceso de consumo de azúcar, sobre todo entre los niños, pero siguen siendo minoría. Finlandia, Francia, Hungría y Letonia han aplicado impuestos sobre el azúcar. Reino Unido lo ha aprobado pero no entrará en vigor hasta 2018. Se trata de tasas que penalizan principalmente, el consumo de bebidas azucaradas. Francia, pese a ser uno de los países europeos que tiene un índice de obesidad por debajo de la media, ha ido más allá y también ha prohibido que bares y restaurantes ofrezcan una tarifa fija para que se rellenen los vasos de refresco todas las veces que lo desee el consumidor. En España, Cataluña ha sido el único territorio que ha aprobado un impuesto especial para las bebidas azucaradas. El ministro de hacienda, Cristobal Montoro, llegó a anunciarlo en 2016 pero finalmente el gobierno dio marcha atrás.