Hoy por HoyHoy por Hoy
Actualidad
CLUB AMERICANO

La emocionante carta de Nacho Vidal a su hija transexual

El conocido actor porno se sincera en un texto en el que relata el momento en que su hija Violeta le dijo que no quería vestir más como un chico

Miquel Benitez Getty Images

Barcelona

En España conocíamos la historia desde hace unos meses, cuando el actor porno acudió a un plató de televisión para relatar que su hija era transexual. Pero esta semana Nacho Vidal se abría de nuevo y mostraba sus sentimientos en un carta publicada en la revista colombiana 'Soho'dirigida a su primogénita, Violeta. El texto, en el que el actor muestra su apoyo y el amor profundo que siente por su hija, se ha convertido en viral en el país americano y ha sido reproducida por la mayoría de medios.

Club Americano (19/05/2017) - La carta de Nacho Vidal a su hija transexual

13:01

Compartir

El código iframe se ha copiado en el portapapeles

<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/1495192197_240687/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>

Según relataba Vidal esta mañana en Hoy por hoy con Gemma Nierga, estos años no han sido un camino de rosas. "Nunca nada en la vida es fácil, pero acaba siendo lo fácil o difícil que tú lo quieras ver" explicaba el actor, quién tuvo que batallar con la justicia para conseguir que su hija pudiera cambiar su nombre. "No es fácil tener una hija transexual, aunque yo la palabra transexual la odio, yo no voy diciendo a la gente que esta es mi hija transexual".

El también productor de cine porno asegura que tratar de dar una educación a sus hijos centrada en la felicidad por encima de lo demás. "Nos pasamos luchando contra todo y contra todos en vez de disfrutar más del día a día. Tanto pensar en el pasado y en el futuro nos perdemos el presente" explicaba.

Vidal ha confesado también que no siempre fue una persona abierta a reconocer la realidad de las personas transexuales. "La sociedad te ha hecho no empatizar con ellos, te han marcado que son diferentes" explicaba el catalán que también confesaba que en su juventud no reconocía su identidad de género: "les decía “quita de aquí maricón”"

Violeta, según explica su progenitor, es ahora una niña "superfeliz" con fuerzas y decisión para afrontar el futuro con los consejos de su padre: "yo le he dicho que no espere que todo el mundo la acepte como ella quiere, el primero que te tienes que aceptar eres tú".

Carta completa de Nacho Vidal a su hija Violeta

Querida hija:

Te escribo esta carta para que sepas, de mi puño y letra, lo que siento y lo que pienso sobre ti, Violeta. Recuerdo perfectamente el día en que naciste: estábamos en casa de mi gran amigo Miguel Bosé, pasando unos días con tu madre, y de repente quisiste salir. Eras ochomesina, por lo que resultaba bastante peligroso (al parecer, es mucho más delicado que nacer sietemesina).

Al nacer, te tuvimos en una incubadora, y mamá no paraba de llorar porque no podía tocarte. Al final, por fortuna, todo salió muy bien y creciste normal, como cualquier niña. O como cualquier niño, pues por aquel entonces todos pensamos que habíamos tenido un niño y te llamábamos Nacho, como yo. Con el tiempo nos dimos cuenta de que eras una persona muy fina, muy sensible; corrías diferente a los niños, hablabas diferente, te gustaban las cosas diferentes a las que hacían los niños. No te gustaban las pelotas, sino las muñecas; no te gustaban las zapatillas, sino los tacones; no te gustaban los pantalones, sino las faldas. Por aquel entonces, llegué a pensar que tenía un niño y que posiblemente sería homosexual, pero nunca se me cruzó por la cabeza que podías ser una niña.

Pasaron los años y, un día, tu mamá y tú visteis un documental en la televisión en el que salía una niña transexual. Cuando terminó, le dijiste a tu madre que eso era lo mismo que te pasaba a ti. Ella te preguntó qué querías decir con eso, y tú respondiste que lo mismo que le pasaba a esa niña de la televisión era lo que te sucedía a ti. Que eras una niña que había nacido con el cuerpo de un niño. Ahí saltaron todas las alarmas; tu madre me llamó, me dijo que tú querías hablar conmigo, y tú me dijiste que no querías vestirte más como un niño, porque eras una niña.

Tenías solo 6 años.En ese momento me di un tortazo de realidad y entendí lo que estaba pasando. Automáticamente, te dije que al otro día iríamos a comprar toda la ropa que quisieras, para cambiar tu armario de niño a niña. Con mucho miedo, claro, porque vivimos en una sociedad que no tolera, que no respeta ni empatiza; una sociedad que no entiende esta situación... y yo, con ese miedo a que te pudiera pasar algo, a que te hicieran daño, a que lo pudieras pasar mal.

Tiramos para adelante con todo esto, aunque tu madre sufrió mucho por haberte hecho vestir de niño todos esos años. El primer año, todo el mundo pensaba que ya se te pasaría, pero ya cuando tenías 7 u 8, recuerdo estar cogido de la mano contigo, andando por la calle, y de repente me hablaste; entonces sentí una energía que recorría todo mi brazo y llegaba a mi corazón, a mi cabeza y a mi alma, y me dije... ¡tengo una hija!, ¡tengo una hija! Y ahí me di cuenta de que eras una niña. De que lo eres.

Desgraciadamente, la gente no es correcta con estas cosas, y no te creas que va a ser fácil para ti. Pero en esta vida nadie lo tiene fácil: siempre van a hablar mal de ti, pero lo único que te tiene que importar es la gente que te quiere, la que te rodea. No puedes esperar que todo el mundo te acepte; tú tampoco aceptas a todo el mundo. Infortunadamente, vivimos en una sociedad que no acepta diferencias: todo lo que se salga de la norma es malo o está endiablado o es feo o es obsceno.

Le guste a quien le guste, o no le guste a quien no le guste, existes. Has nacido. Eres. Y vas a ser siempre lo que eres: una niña. No vamos a luchar por absolutamente nada porque en la vida no hay que luchar, hay que ser feliz. No hay que luchar contra la gente que no te respeta; por el contrario, tienes que acercarte a la gente que te quiere. A la gente que no te respeta simplemente hay que apartarla, hija mía. En la vida, la gente dice que hay que luchar, y yo creo que no: en la vida hay que ser feliz y tienes que hacer todo lo que te haga feliz. Apartarse de lo malo y acercarse a lo bueno.

Con esto quiero decirte que siempre voy a estar a tu lado, que todos vamos a estar a tu lado, y que vamos a ser felices en esta situación que Dios nos ha dado, y que para mí es una bendición. Tenerte es una bendición. Eres un ángel caído del cielo para nosotros, eres un ser único: muy cariñosa, inteligente, noble... y con eso es con lo que se debería quedar la gente. No quiero hacer las cosas pensando que eres tal o eres cual; quiero hacer las cosas pensando en que eres mi hija y, como tal, quiero lo mejor para ti.

Nunca me va a condicionar la gente, ni lo que piensen. Porque imagínate... yo, quien soy, ¡qué me va a importar lo que diga la gente! Vivimos demasiado ocupados en lo que dirán y no en lo que nosotros decimos. Así que gracias por haber nacido, gracias por darme lo que me estás dando, y quiero que sepas que hasta muerto siempre estaré a tu lado.

Te quiero mucho, hija.

Nacho Vidal.

 
  • Cadena SER

  •  
Programación
Cadena SER

Hoy por Hoy

Àngels Barceló

Comparte

Compartir desde el minuto: 00:00