¿Devoto de qué?

La verdad es que cuesta escribir de cosas tan nimias como las cuitas de cierto partido, la extravagancia de algunos independentistas, los números circenses de los jóvenes políticos, o la caradura de algún presidente cuando un tercero grado es capaz de asesinar a 22 personas jóvenes y niños y herir a 50.

Dicen que Salman Abedi, el presunto culpable de la matanza, nacido en Manchester de padres libios tenía 22 años y era un joven muy devoto. ¿Devoto de qué nos preguntábamos? ¿Qué aberración es esa que conduce una persona a matar sin piedad a los adolescentes que están a su alrededor que nada malo le han hecho y de los que nada conoce?

Una niña de 8 años, un chaval de 15... ¿Qué pecado habían cometido contra esa religión por la que el mismo también se ha inmolado?

Así que mañana volveremos a ocuparnos de cómo piensan ganadores y vencedores socialistas sanar las heridas que ha dejado la refriega, de qué manera afrontamos ese referéndum que nos trae a mal traer frenar, frenar los gestos de propaganda que solo conduce al descrédito de la democracia o si entre todos hayamos la solución para que presidente adicto al plasma, y dopado su partido por el sucio dinero de la corrupción, se transforme si así lo quiere venir desde la oposición. Todo eso mañana, hoy Manchester.